He leído algunas cosas de Serafín Fanjul. Parece un hombre muy culto, algo atropellado al escribir. He estado en alguna conferencia suya y también me ha dado esa impresión; se atropella un poco al hablar. Pero es un hombre culto, que habla árabe, lo cual merece crédito en esta España de iletrados e indocumentados. Me interesan algunos conceptos suyos, conceptos que los medios de comunicación no manejan habitualmente.
- El islam como din wa-dawla, es decir, como religión y Estado a un mismo tiempo. A nosotros eso nos suena extraño porque en occidente eso ya no se da. Nuestra reforma, la lucha del papa y el emperador, favoreció una progresiva separación del poder espiritual del político. Separación que no se ha producido en el islam. Por eso, es tan inimaginable para ellos que pueda abrirse una iglesia en Arabia Saudí como lo era para Enrique VIII en Inglaterra o Alfonso IX en León.
- El islam y sus creyentes como una comunidad separada del resto del género humano umma duna an-nas.
- Finalmente, y consecuencia de lo anterior, la división del planeta en la casa del islam dar al islam y la casa de la guerra: dar al-harb. Es decir, lo que no es la casa del islam es la casa de la guerra.
Esto es lo que hay. Jatamí, el supuestamente moderado en Irán y padrino de la alianza de civilizaciones no permitía que se sirviera vino en su cena cuando vino a España. Ni que hubiera mujeres sin cubrir en su presencia. Para Jamenei, los derechos humanos son prodredumbre y decrepitud occidental. Para ellos sólo somos Dar al-harb. No creo que quieran llegar a ninguna alianza.
Hacia Mérida
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