25.1.06

Ventajas de la maldita globalización

Nunca he entendido bien porqué los libros tienen precio fijo de venta. Hale, al peso como si fueran madera. El caso es que llevaba tiempo buscando un libro de Stephen Koch, EL FIN DE LA INOCENCIA: WILLI MÜNZENBERG Y LA SEDUCCION DE LOS IN TELECTUALES que ya había leído pero que me apetecía tener conmigo. El caso es que lo busco en la Casa del Libro y me sale un precio de veinte euros. Si lo pides por internet hay que sumar los gastos de envío, que oscilan entre los cuatro y seis euros.
En estas, encuentro el mismo libro en un portal llamado www.ofertondelibros.com ubicado en el Canádá y cuyos almacenes están en los Estados Unidos. El libro me costaba 6,99$ dólares, más 10 $ de gastos de envío y 0.39 de gastos de gestión, total 17.38$ dólares, que al cambio son 14,36 €.
Resultado, me han traído desde Estados Unidos a mi casa un libro publicado por una editorial española que he encargado a Canadá y me ha salido más barato que si lo hubiera conmprado aquí al lado. ¿Alguien lo entiende?
PD: Batiburrillo recoge algunas de las cosas que se esconden tras el progre jersey de Evo Morales. Sus opiniones sobre la democracia cubana y su respeto a la prensa libre, por ejemplo. El que va a sustituir efectivamente el caduco liberalismo por el novedoso socialismo.

3 comentarios:

Libertariano dijo...

Gran libro has comprado. Willy, y todo su entramado de manipulación ideológica, ilustra sobre el combate de las ideas que se libra en la retaguardia de la vanguardia

En cierta forma relacionado, sobre la estafa intelectual de cierta izquierda: La rive gauche, de Herbert Lottman. (Tusquets)

Ahora mismo empiezo a buscar en el ofertón.

Un saludo

Borja Prieto dijo...

A mí me pasó algo parecido. Estuve casi un año buscando un libro de música para uno de mis hijos, que siempre estaba agotado. En el Real Musical nunca se comprometían a tenerlo en una fecha concreta.

Al final busqué en Amazon, y en un par de semanas mi hijo ya tenía el libro. Conclusión: la próxima vez que necesite un libro de música, en lugar de darme el paseo hasta la tienda "especializada", usaré el ordenador.

test dijo...

Sí, la globalización es malísima. La semana pasada vendí yo una cosa en eBay a un francés. Yo me gané unos eurillos y me quité un trasto de encima, y él se llevó el artilugio a casa por menos de la mitad de lo que le habría costado en una tienda. Y de todo esto, la culpa la tienen los americanos. Cómo les odio!