5.7.06

Condenando, que es gerundio

Tengo la sensación de que todo debe formar parte de una estrategia política bien diseñada de antemano. De otra forma no se entendería. Se trata de acumular medias verdades de modo cansino para meterle el dedo en el ojo al pepé. El pepé entra al trapo y la gente lo acaba identificando con el franquismo.

Un consejo gratis al pepé. Que no entren al trapo.

Que la izquierda quiere conmemorar el año, que conmemore.

Que quieren condenar al franquismo, que lo condenen.

Que creen que la segunda república fue una experiencia ejemplar en la que hubo malos malísimos y buenos buenísimos que fueron masacrados inmisericordemente por aquellos. Pues que lo crean.

Tengo la sensación de que, si no entran, la izquierda se aburrirá enseguida. El tema no da para más.

La guerra civil fue un trauma. Y creo que, sinceramente, los dos bandos tienen poco que echarse en cara.

7 comentarios:

Luis Valcarce dijo...

Si el PP hubiese condenado el régimen franquista dejando claro que no comparte la visión idílica sobre la II República (en mi opinión fue un período apasionante y lleno de oportunidades desaprovechadas que no puede resumirse en una visión maniquea) se habría dejado sin argumento a buena parte de la crítica.

Condenar la dictadura franquista claramente no debe implicar considerar que no se cometieron atropellos durante la II República o que en la Guerra Civil el comportamiento de uno u otro bando fue ejemplar.

Por lo que sabemos nuestra contienda civil alcanzó unos niveles de crueldad inéditos en Europa hasta el momento y eso no deberíamos tampoco negarlo quienes somos de izquierdas.

Además de este elemento de condena al franquismo en tanto régimen dictatorial hay otro factor que ha contribuido a dejar al PP con cierta mala imagen, el hecho de que los ultras polacos hayan salido haciendo una defensa a ultranza de Franco. El hecho de que aparezcan como compañeros de viaje (aunque pueda ser por interpretaciones tendenciosas) desde luego no beneficia a los populares que tienen otro elemento más para que les pongan el cartelito de extrema derecha (aunque sea forzando la interpretación).

Desde luego una cosa tengo clara, si hubieran condenado el franquismo pondrían en aprietos a ciertos sectores de la izquierda a los que podrían exigir inmediatamente una condena de las dictaduras del llamado socialismo real, comunistas, etc.

El Perdíu dijo...

Estimado Luis, interesante argumeto que paso a comentar o rebatir, según mi entender...
Franco perdió la batalla de la imagen. Es la única guerra, en occidente, en la que el imaginario colectivo señala como vencedor al malo. Hay muchos factores que contribuyeron a ello, y quizá sea largo señalarlo aquí.
No creo que a nadie le quepa ninguna duda, hoy, de que el pepé no es un partido ni franquista ni nostálgico del franquismo, como nadie duda de que el pecé no añora las checas de madrid. El pacto de la transición fue un: se nos fue la olla, intentemos que no se repita. Ahora, años después, la izquierda parece empeñada no sólo en condenar el franquismo (¿por qué no a fernando séptimo, a los carlistas o la invasión romana de numancia?) sino en presentar la república como un régimen ejemplar. Y no lo fue. Su constitucioón era sectaria (definía a españa como una república de trabajadores, ¿cree que la derecha se sentía cómoda?)y su terrorífica ley para la defensa de la república permitía la censura y la cárcel para quien fuera monárquico...
En fin, lo de los polacos... uno no elige a sus amidgos sino a sus adversarios. Nunca se me ocurrirá decir que iu es un partido castrista, pese a las reiteradas alabanzas del tirano de la habana al partido de llamazares.
El último párrafo creo que no es real. La izquierda nunca ha tenido problemas con eso. Pinochet es un hijoputa y castro un revolucionario. ¿Se aprecia el matiz?
Cordialmente

Luis Valcarce dijo...

Uf, respecto a lo de Castro te doy la razón relativamente. Hay sectores de la izquierda que idolatran a Castro sin ningún pudor. Otros más minoritarios nos hemos ganado puyas por llamarle dictador trasnochado (recuerdo un debate en el seno de Juventudes Socialistas de Galicia donde se me acusó de ser poco menos que un agente de la CIA simplemente por decir que el régimen cubano era insostenible económica y políticamente) y está habiendo algunos cambios en ese sentido ya que Juventudes Socialistas de Galicia fue de las pocas organizaciones de izquierdas que reprobó la última visita de Raul Castro a Galicia y abogó por una transición a la democracia (aunque la prensa ignoró totalmente nuestro comunicado).

Ultimamente he conocido a cubanos que han estado en Santiago haciendo estancias de investigación y la realidad que narran es delirante e incomprensible para alguien que ha vivido toda su vida en democracia. Sin embargo pese a ello algo me sorprendió y es el orgullo que tienen de ser un pueblo culto y formado (defendían ese logro colectivo) aunque ello no impedía que (veladamente porque hay miedo a las represalias del régimen) expresasen una crítica no ya a la falta de pluralidad política sino a la asfixiante arbitrariedad y burocratismo que paraliza cualquier cosa en Cuba.

Hablar con ellos me reafirma en mis convicciones democráticas.

Un saludo

Anónimo dijo...

Desde luego la estrategia del PP les ha regalado otro titular. Baste ver que en socialdemocracia.org ya han salido al menos cuatro artículos idénticos: "El Partido Popular se niega a condenar el franquismo"

Y no te quepa duda de que ese titular vende y cala entre la opinión pública aborregada.

Como dice Luis ¿por qué mantener una estrategia que regala esos titulares fáciles?

Saludos.

Anónimo dijo...

El problema que tenemos es que lo que cala en la gente es que el PP es directo heredero del franquismo. La conclusión no puede ser más desesperanzadora, porque ello significa que la mayoría de la población esta lobotomizada. Porque siendo serios, ¿quién coño de este país sabe lo que fue la II República?. ¿A qué viene esta conmemoración obscena de ella?. Porque tuvo cosas memorables, pero otras fueros directamente criminales, y el resultado final fue desolador. No tengo dudas de que habrá una III república, pero rezo para que con la II sólo comparta el nombre.

Luis Valcarce dijo...

Mi percepción como militante de la izquierda es que el Partido Popular tiene ante sí el reto de definirse definitivamente, optando por la derecha liberal o por una derecha de tinte más conservador. Más allá de la cuestión de la condena del franquismo o no hay ese fondo de indefinición relativa que transmite el PP como aglutinador de sectores del pensamiento ideológico que van desde el centro reformista hasta la derecha más rancia y autoritaria. En Galicia la sociedad percibe una cierta fractura entre un PP de tinte regionalista-galleguista apegado al terruño y citando a Castelao (al que por cierto aquí citan ya hasta los anarquistas) y un PP "de birrete". Y esa coexistencia de distintas familias ideológicas se plasma también en el PP estatal. Si a eso unimos la proliferación de individuos armados con banderitas franquistas en ciertas manifestaciones a las que concurre el PP y el error de cálculo que en mi opinión ha supuesto lo del franquismo, pues es normal que cale una sensación contradictoria y muchas veces de "los hijos y nietos del franquismo". Pero seamos serios, el Partido Popular, y esto no lo entienden casi ninguno de mis amigos que votan o simpatizan con el PP, está poniendo a huevo que se tenga esta percepción.

¿Alguna opinión sobre en que dirección debería tirar el PP? ¿Recuperar un espacio de centro a través de una apuesta firme por el liberalismo o continuar en la aparente línea conservadora (digo aparante porque a mi el PP me desconcierta cada vez más)?

El Perdíu dijo...

Luis, no creo que el pepé deba definirse. Es perfectamente legítimo que en su seno convivan un alma más liberal y un alma más conservadora, como pasa en otros partidos europeos similares. También el pesoe tiene un alma jacobina y otra autonomista, una izquierdista y otra socialdemócrata… y no pasa nada. Personalmente, me considero más liberal que conservador, pero no creo que ser conservador sea una opción ilegítima. El problema son estos adjetivos (rancio, autoritario….) asociados a la derecha. Hay derecha rancia como hay izquierda rancia, y hay derecha autoritaria como hay izquierda autoritaria. No conozco bien el caso del pepé gallego, pese a la vecindad, pero creo que esa fractura obedece más bien a un modo de hacer política más rural o más urbano, más antiguo frente a más moderno (por cierto, si quieres ver boinas en el pesoe, date una vuelta por el campo extremeño). Es decir, no creo que sea muy ideológico.
Lo de las banderitas con el águila de San Juan, creo que no tiene importancia. Apenas hay franquistas en España, lógicamente además, porque el dictador murió hace ya más de treinta años. En esta línea, me preocupan más, sinceramente, la aparición progresiva y sistemática de banderas inconstitucionales, con la banda morada, en los actos de la izquierda.
Desde mi punto de vista, el pepé no debe abandonar ni el discurso más conservador (digamos acebes), ni el más liberal (digamos…. No se me ocurre nadie). Los partidos deben ganar elecciones. Y para eso hay que llegar a sectores amplios del electorado…
Cordialmente