28.3.07

Debo se algo neocón...

Pese a que a los popes de la endogámica universidad estatal les parezcan risibles, instalados como están más allá del bien (la izquierda) y del mal (la no izquierda), he seguido con interés la trayectoria de las personas que conforman el Grupo de Estudios Estratégicos (GEES).
En general, creo que hay que plantarle cara intelectual a la fatal arrogancia de la izquierda. Hay que demostrarle que el pensamiento no es su cortijo y que no tienen, ni han tenido nunca, el monopolio de la reflexión o del debate.

El caso es que hace poco en GEES han presentado un libro “Qué piensan los neocon españoles” que ha puesto nerviosa a la izquierda, tanto a la universitaria como la mediática. Así que, para no quedarme en las gracias de la sexta o del fancine, he decidido leer por mi cuenta alguna cosa más, y así he llegado a un artículo de Rafael Bardají, ex-asesor del ministro de Defensa, en el que el autor sintetiza los pensamientos de la gente que se agrupa en torno al GEES. Y qué quieren que les diga. Algunos de los pensamientos me resultan atractivos:

- A mí tampoco me vale el relativismo según el cual todo da igual.
- También creo que tenemos unos principios que demos defender, como la libertad. Creo en los valores occidentales y creo que estos son, en muchos casos (dignidad de la mujer) muy superiores a los de otras culturas. Cuando no crees en nada, como le pasa a la izquierda, puedes cambiar de valores alegremente y cada diez años, porque en realidad ninguno es tuyo.
- Creo que la Europa decadente y hedonista en la que vivimos y más allá de sus Planes Quinquenales, no camina en ninguna dirección, y esa es la mejor forma de caminar hacia el desastre.
- Creo en los valores ilustrados que la izquierda abandonó por el camino hace muchos años. No creo en el comunitarismo. Creo en ciudadanos que han de ser tratados igual ante la ley, con independencia de su credo, sexo o procedencia. Por eso, entre otras cosas, no creo en los derechos históricos, ni en las cuotas ni en la multiculturalidad.

En fin, yo también sostengo como evidentes estas verdades, formuladas hace más de doscientos años: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.

Hace mucho que la izquierda abandonó este barco.
Quizá porque nunca se sintió cómoda en él.
Allá ellos

10 comentarios:

Rome dijo...

Tienes razón Perdíu, soy un descreído... no sé qué hago en política. Seguro que estoy para forrarme y no como Zapalana, que está rebosante de ideas y principios...

Mi vida es una mierda. Sielos, que horror, Leonsio!

Gracias por hacerme ver la luz.

¡Anda que vaya post!

Baba O'Riley dijo...

Perdido Perdiu.
Cuando las ideas se estancan y evitan el fluir natural del ingenio sucede una curiosa reacción que se suele repetir hasta la saciedad. Cuando no se tiene una base sólida en el credo ideario, básicamente porque ciertas ideas están vacías en esencia, solo queda la huida hacia adelante y el ataque sistemático a todo lo que no nos gusta. La izquierda hace tiempo que ganó la batalla doctrinaria mientras que a los conservadores solo les quedaba agarrarse a los resultados económicos de turno. No hay una ideología definible y mucho menos defendible, es un hecho, acéptelo y vivirá más a gusto consigo mismo. Lanzar diatribas sin sentido a caballo entre el liberalismo más difuso y el humanismo más evidente sólo le acarrearán una perdida de credibilidad evidente y un desfase identitario. De puntos concretos y precisos, hace ya mucho que no tienen nada que decir ni defender. Sólo acosar y derribar.

Dicho todo ello, ya sabe usted, con el mayor cariño posible.

Unknown dijo...

Sr. Perdiu:

Me parece muy bien que defienda sus creencias en el post. De hecho utiliza continuamente la primera persona por lo que entiendo que son las suyas personales.

Ahora bien, que también se eriga en asignador de las creencias de "la izquierda" ya me parece excesivo.

¿Sus creencias son las de "la derecha"? ¿Todas las creencias dentro de "la derecha" son iguales"? ¿Se identifica pues con Pinochet? ¿Por qué entonces ese simplismo de "la iquierda"?

Sabe de sobra que no existe "la izquierda" única y monolítica. No haga la trampa de enfrentar sus ideas personales a las de una entelequia a la que usted mismo le asigna "no creencia".

Perdón por lo extenso. Un saludo

Anónimo dijo...

El profundo análisis sobre "la Europa decadente y hedonista" me recuerda a algo que creo le he oido criticar algún día... mientras no moleste...

Me sumo al hilo argumental del pensamiento fuerte que mueve este blog "y tu más" (incluidos los comentarios)... cuando no se tienen razones se citan autores.

Anónimo dijo...

Yo sr. Perdíu comparto su excelente post, y en esencia, todo lo que dice. Si acaso una pequeña puntualización sobre cierta izquierda, muy reducida desgraciadamente, que mantiene valores ilustrados entre los que se contarían Savater, Rosa Diez, Arcadi y un valiente Aguirre con sus partes doloridas y su dignidad reforzada. En frente una izquierda de bochorno representada por el sr. Madrazo participando en el aquelarre nacional-socialista.

“La izquierda hace tiempo que ganó la batalla doctrinaria mientras que a los conservadores solo les quedaba agarrarse a los resultados económicos de turno”
Dogmatismo puro. ¿Qué izquierda, la imaginaria o la real? Sin resultados económicos es difícil hacer planes sociales y no es casualidad que esos resultados económicos, tan denostados por la progresía como apetecidos, se produzcan allí donde hay libertad, estado de derecho y seguridad jurídica.

Las ideas que se no se acompañan de su constatación real sólo valen para hacer cuentos, y por desgracia para la izquierda, si algo ha quedado claro en los últimos 200 años es que son los principios liberales los que conducen a sociedades más desarrolladas y socialmente mejores que los principios colectivistas. Eso sí, si se compara el capitalismo real con el socialismo imaginario siempre gana este último.

El Perdíu dijo...

Vayamos por partes.
Rome. No creo que usted esté en política para forrarse. El post es una reflexión intelectual, y como tal debe leerse. Creo que ustedes están equivocados, pero nada más. No creo que sean malas personas, ni diablos con cuernos. Tengo la convicción de que también buscan lo mejor para todos. Pero creo que se equivocan en el camino. Nada más.
Baba. Vamos a contar. ¿Qué batalla de las ideas ha ganado la izquierda? ¿La de aceptar la propiedad privada? ¿La de defender el déficit cero? ¿La de asumir el libre mercado? Por dios, dígame alguna, que me muero de ganas de saberlo...
El Valín. En parte de acuerdo con usted, es cierto que hay muchas izquierdas. Lo que me apena es que la izquierda más presentable, aquella que viene de la ilustración, esté arrinconada por la izquierda posmoderna, que viene directamente de la edad media sin pasar por el XVIII.
El Encontrao ¿?
Benjamín, básicamente de acuerdo con usted.

Baba O'Riley dijo...

Vamos a ver, camarada Perdiu.
Usted se me recrea en las concesiones que ha ido realizando la pseudo-izquierda a lo largo del tiempo. Y lo hace en términos despectivos, cuando debería tomarlo como una cesión para acercar posiciones. No es en vano la aseveración de que hoy en día los socialistas forman el verdadero espíritu de la derecha y que al PP le queda simplemente enmarcarse en la extrema derecha.
Por ello, nacionalización coherente de buena parte de la maquinaria productiva y financiera, solidaridad con la población más desfavorecida y hacer frente más pronto que tarde a los estragos de las políticas liberales. No hay más opción si se quiere ser honesto y coherente
Equidad, justicia y democracia, vocablos tan ajenos a la vieja derecha, que aunque ahora se empeñen en aparentar lo contrario, la recuperación de los viejos vicios históricos, prepotencia e intolerancia, les hace que la realidad les escupa a la cara la hipócrita obviedad.
A pesar de todo, cualquier postura dialogante creo que es beneficiosa para la convivencia. Contaminarse con algunas ideas liberales no me parece tan descabellado si del otro lado también se acepta que no se está en posesión de la verdad absoluta.

Donaire dijo...

Vaya

Esto es más preocupante de lo que me imaginaba. La decepción es enorme.

El problema de su post no es el fondo sino la forma. Usted despacha en cinco minutos algo que merece un poco más de reposo y algo más de reflexión. Lo hace con cuatro tópicos y con una absoluta dejadez intelectual, impropia de usted. Si equiparamos izquierda a Cuba (o derecha a Pinochet), no hace falta decir nada más.

Para muestra un botón. Habla usted de relativismo. Y asume sin más que éste es un baluarte de la izquierda. Pues no. El relativismo es uno de los pilares de la postmodernidad. Y usted, como es una persona muy leída, sabrá muy bien que la postmodernidad no encaja en la dicotomía clásica izquierda - derecha. Lea usted, si es tan amable, a Lyotard, Foucault, Lash, Urry y, sobre todo, sobre todo, léase usted la condición de la postmodernidad de David Harvey. Verá algo muy curioso. El relativismo es reivindicado a partes iguales por la derecha y por la izquierda. Y también es criticado por ambos flancos.

Decir que la crítica al relativismo le hace a usted neocon es (perdóneme) un argumento inconsistente.

Podría seguir. Me alegra que se apunte al Choque de Civilizaciones (es lo que me parece leer entre líneas) y que se dé cuenta del valor supremo de nuestra civilización. Un servidor estuvo en un país de moros herejes el tiempo suficiente como para comprender que algunos de los valores de los vecinos (el sentido de colectividad, la hospitalidad, el respeto a los mayores...) tampoco nos vendrían mal. Pero luego nos dice que la Europa hedonista (al mejor estilo Juan Pablo II) camina hacia el desastre.

También nos da su particular interpretación de la libertad. No habla de la libertad a casarse uno con quien quiera, o la libertad a morir cuando le dé la gana, o la libertad de las mujeres de hacer con su cuerpo lo que le venga en gana...

Le veo a usted cada vez más y más visionario. Y ya no le reconozco entre sus escritos. A lo mejor es una cuestión de lecturas. Le hago una recomendación. Léase el último de Umberto Eco. A lo mejor, verá que las cosas no son tan evidentes como usted las plantea.

Impagable su última frase.

El Perdíu dijo...

Correoso Baba
No han sido cesiones para acercar posiciones. La izquierda sensata, que supongo que es lo que usted llama la pseudo-izquierda no renunció a nacionalizar la banca como una concesión al liberalismo. Lo hizo porque, tras tantos fracasos, era evidente que aquello no iba a ningún lado (casi me muero de la risa recordando el programa con el Mitterand se presentó a las presidenciales de 1981). No creo que los socialistas sean la derecha y el pepé la extrema derecha, aunque le confieso que no es un debate en el que me sienta cómodo; no sé porqué tengo que defender a los conservadores cuando yo me considero más bien liberal, pero en fin, uno elige sus adversarios, no a sus aliados. Mire, las recetas que usted propone, estoy seguro que con su mejor intención, han sido un fracaso allí donde se han puesto en marcha. ¿Qué le hace pensar que esta vez sería diferente? No son las políticas liberales las que “han generado estragos”. Son las economías estúpidamente intervenidas y protegidas las que son incapaces de generar crecimiento. Ningún burócrata sabe más que el mercado, no lo olvide. Y en fin, la mejor manera de ser solidario con los más desfavorecidos es dándoles la oportunidad de mejorar; de salir adelante, no con caridad ni con rentas de subsistencia… lo mejor que le puede pasar a África no es que les demos el 0,7% por ciento, sino que les dejemos vender aquí sus productos.
Usted de equidad, justicia y democracia. Bien, yo hablo de libertad y de Estado de Derecho. En fin, me quedo con el final de su argumentación, porque en eso, como en tantas otras cosas, siempre me he considerado popperiano. Ni por asomo tengo la sensación de estar en posesión de la verdad absoluta. Es más, cada día creo entender menos de lo que pasa en el mundo. Todo es extraordinariamente complejo. Y fíjese, no cobro de ningún partido liberal por propagar sus ideas. Simplemente creo que son menos malas que las demás. Si usted me demuestra que las ideas izquierdistas son mejores, no tendré ningún problema no sólo en reconocerlo, sino en apoyarlas.

El Perdíu dijo...

Correoso Don Aire
Coincidirá conmigo en que en un post no es fácil desarrollar argumentos de veinte o treinta páginas. Comentaba que es cierto que hay más izquierdas, pero no me negará que la izquierda española, desde el pesoe hasta izquierda unida, está bastante lejos del laborismo inglés o de la socialdemocracia nórdica…
Hablemos de la posmodernidad. Mi argumento es que ese relativismo que la posmodernidad ha sido asumido por una parte importante de la izquierda europea, (y por la española desde luego), a eso me refiero cuando digo que no se tienen creencias en el sentido orteguiano. Nuestra izquierda, la de aquí, se ha desentendido de la raíz ilustrada, y se ha deslizado por la postmodernidad; por eso habla con alegría de cosas tan cavernarias como los derechos históricos o la discriminación de las personas en función de la lengua que hablen o el sexo que tengan…
No he leído a Harvey, pero me lo apunto. En cualquier caso, me da igual que una parte de la derecha reivindique el relativismo. No tengo nada que ver con ellos.
Mire, no hablo de choque de civilizaciones. Las culturas son creaciones humanas, y algunas tienen más cosas positivas que otras. Creo que eso es innegable. Abandonar nuestros principios (burka) en nombre de lo políticamente correcto me parece una canallada y una traición a otros seres humanos que también están dotados de razón y conciencia. El argumento de la gentuza que esclaviza a las mujeres es un poco el argumento que daba Fraga en los sesenta: aquí no necesitamos una democracia a la occidental porque Spain is different. Las mujeres afganas, y las de Sudán, no son diferentes. Hay una línea básica de respeto a los derechos del ser humano que hemos de defender, sea donde sea…
Por eso creo que esta Europa pacta, incapaz de tener un ejército propio, incapaz de asumir que defender estas cosas cuesta, camina hacia la nada. ¿Sabe qué pasará en Darfur? Lo mismo que en Kosovo. Que o intervienen los norteamericanos o la Unión Europa no pasará de “observar con preocupación” lo que allí pasa…
En cualquier caso, como le tengo por un lector inteligente, le ruego que sepa distinguir entre la vehemencia de la exposición, que la tengo, y mi absoluta predisposición para seguir debatiendo con usted y con quien quiera. Yo aprendo mucho de ustedes


(PS: le reconozco que lo de neocón era con ánimo básicamente provocativo)