29.3.07

Lecturas complementarias y acaso impertinentes

Ando rematando tres libros a la vez, bastante diferentes entre sí, con la esperanza de poder dedicar la semana santa a otro par de ellos que tengo en palanca.


El laberinto de los Balcanes, del actual presidente de Eslovenia, Janez Drnovsek, un economista que fue el primer Jefe de Estado de Yugoslavia que no pertenecía a la oligarquía comunista. El libro está planteado como unas memorias de la desintegración del país, que el autor vivió en primera persona, entre 1989 y 1991. Aunque se lee con interés, está demasiado pegado al día a día como para poder extraer conclusiones relevantes. Recomendable únicamente para quien desee seguir, casi como una crónica, los últimos años de existencia del país que soñó ser la unión de los eslavos del sur.


Por recomendación y préstamo de James, estoy también con 11-M Golpe de Régimen, de Luis del Pino. Aunque soy lector diario de El Mundo, estoy bastante perdido con lo del once eme, así que James, para inflamar mi espíritu patriótico, me ha rogado encarecidamente que lo lea. El libro se lee de un tirón pero, más allá de ser un resumen de lo que se ha ido publicando por el mundo y por libertad digital estos años, no aporta gran cosa. He de reconocer que es un tema en el que estoy un poco perdido. No entiendo el histerismo de los unos por demostrar que era titadyne, ni el de los otros por pasar página a toda velocidad.
El libro escrito con corrección, es bastante irregular. Junto con algunas cosas que parecen evidentes, tal y como las cuenta (que el Skoda no estaba allí el día de los atentados), hay otras que son sólo medias verdades contadas, creo, con intención de sembrar confusión. Algún día me gustaría debatir, con cierta serenidad, sobre el tema del once eme. Partiendo, desde mi punto de vista, de dos premisas básicas: A) me niego a creer que el atentado fuera planeado por el partido socialista, y B) es evidente que para volar cuatro trenes tiene que haber una conspiración detrás. La duda que me queda es si la gente que rechaza de plazo que haya habido una conspiración ha leído alguno de estos libros para poder objetar con datos y no con consignas.


Finalmente, tengo mediado Eichmann en Jerusalén, de Hannah Arendt, el libro que más me está gustando de los tres. Me está pareciendo so-bre-sa-lien-te. Hay tanto que comentar sobre él que prefiero dedicarle un post en solitario. Empiezo a entender aquello que me contaban en la facultad de “la banalización del mal”. Un libro, creo, imprescindible para quien pretenda entender el Holocausto.




PS: en la tierra de los últimos neanderthales, el proceso de paz sigue su curso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El libro de Hannah Ahrendt no sólo es imprescindible para entender el Holocausto, proporciona también todos los argumentos necesarios para entender a quienes lo niegan y sus motivaciones.

Anónimo dijo...

Yo he seguido con mucho interés la investigación del 11-M, también con escepticismo.
Se convirtió desde el principio en una cuestión política de enorme importancia. Nunca debió salir de la esfera de la delincuencia. Además ha servido para poner en ingrata evidencia el hecho de que en España los medios han dejado de ser independientes y están, en su mayoría, controlados por los grandes poderes, sobre todo por el poder político. El panorama mediático en España es desolador porque la independencia y la búsqueda de la verdad, claves del periodismo libre y democrático son residuales.
No digo que los medios se apunten a una u otra tesis, sostengo que hay datos objetivos suficientes como para que medios independientes, que ejerciesen una sana labor de control del poder, hubiesen clamado desde el principio, y sin cesar, por el esclarecimiento del atentado. No se entiende, por ejemplo, que después de tres años no existan análisis científicos de los explosivos empleados. Tampoco que ante la falsificación de documentos públicos no haya unanimidad en la denuncia y sea tan clamorosa la divergencia de interpretaciones de una única realidad.
Por otra parte, también ha aparecido un fenómeno muy estimulante y esperanzador, genuinamente liberal, que es el movimiento ciudadano (Peones Negros) que se ha creado en torno a la investigación y que es la respuesta de la ciudadanía a la clamorosa parcialidad de la mayoría de los medios.