12.3.07

Pluralidad

Una de las más inteligentes mentiras que el nacionalismo ha colado en el discurso social de la España de las últimas décadas es la que se refiere al carácter supuestamente plural del Estado español frente al carácter supuestamente homogéneo de las naciones que lo integran. Gracias a dios, en el mundo moderno, no hay sociedades puras ni homogéneas. España es una realidad plural, pero también lo es Galicia, Cataluña, el País Vasco o Madrid. El viernes estábamos en una boda en Tarrasa. Tras la ceremonia, la cena y las copas. Charlas informales con varios catalanes. Uno podríamos decir españolista (aquí hay miedo a decir que eres español porque te llaman facha), otro izquierdista (ya no se están produciendo las meteduras de pata del anterior tripartito, esta vez la cosa va bien), otro de la Esquerra (aquí nuestro punto de encuentro fue lo cutres que son, en general, todos los políticos), alguno que admiraba Madrid (joder qué ciudad tan bonita, estuve allí un año e intento fugarme todos los años algún fin de semana, para desconectar), otro que quiere abrirse paso en el mundo de la música, tras haber firmado su primer contrato con una productora (mis influencias están más en el rocanrol que en la sardana); uno que dejó una consultora para ser gerente de una asociación al lado de su casa, en el Vallés; otro que es penalista, una que acaba de decidirse a “colgar las botas” en su disciplina deportiva para dedicarse a la formación…
En fin, el sábado la cosa continuó, con algunos distinguidos lectores de esta bitácora. Wilmor, Baba, Bambi, Fouché, Miquel Barceló… y aunque aquí la pluralidad era menor, la reunión fue igualmente entretenida. Cosas de Internet.
Hay muchas Cataluñas.
Afortunadamente.
Imagino que casi tantas como catalanes…

PS. Vistazo rápido al Diari de Terrassa. Declaraciones de Pere Vilanova, catedrático de ciencia política “El pp se ha convertido en un partido antisistema”. Es lo bueno que tiene la ciencia política. Gente como Vilanova demuestran que ni es ciencia ni es ná de ná. A mi opinión le pongo el label de catedrático y ya parece que estoy diciendo algo serio.

PS. Acabado Cabo Trafalgar. Bien escrito, para leer de un tirón. Con esa mala leche que es la marca de la casa. Recomendable como divertimento. Empiezo “Los peces de la amargura”. Dedico este libro a la impureza, dice Fernando Aramburu, el autor, en las primeras páginas. Les iré contando.

PD. Mañana toledana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Perdiu, estoy de acuerdo en que el label de cátedro, profesor universitario, periodista... el que sea, no significan, a priori, nada... no suponen, a priori, nada...

Pero debo recordarle que es usted quién tiene pasión por los títulos universitarios, como ya le han criticado más de una vez en este y otros lugares...

El Perdíu dijo...

Bambi, me explico mal. Me refiero a ser cátedro de ciencia política, no cátedro en general...
Es decir, ser cátedro en física o en medicina sí da autoridad en esa materiaz. Serlo en ciencia política no lo da para hablar de política