26.4.07

Un país entre dos mundos

Habrá observado el desocupado lector que últimamente he citado algunas frases de “El último territorio” libro a medio camino entre el ensayo y el divertimento del escritor ucraniano Yuri Andrujovich. El libro fue publicado por Acantilado, magnífica editorial catalana que nos está descubriendo infinidad de autores europeos.

Se trata de una suma de ensayos escritos en los años noventa y que reflexionan sobre temas diversos relacionados todos ellos con su país de origen: la historia de Ucrania, su compleja relación tanto con occidente como con oriente, la figura de Taras Shevchenko, el desastre de Chernobil, la lengua ucraniana, la emigración, Galitizia... El autor sigue un poco la línea de Magris y el resultado es un buen libro que sirve, creo yo, para realizar un primer acercamiento a la complejísima y (al menos para mí) desconocida realidad ucraniana. Nos permite llegar a dónde no llegan los periódicos, que suelen quedarse en que el país está dividido en dos mitades, una prooccidental y otra prorrusa, y que únicamente se interesa por el país cuando hay fútbol o cuando hay disturbios.

Me cae bien Andrujovich además, porque, siendo un escritor que escribe en ucraniano, se ha traducido él mismo al ruso y en el libro adopta en general una postura bastante respetuosa con los ucranianos que hablan ruso, lejana del nacionalismo ucraniano en el que ha sido encasillado alguna vez.

En fin, si les interesa conocer algo de Ucrania, un país fronterizo, no dejen de leerse este libro.

PS: todo el día llovío, toda la noche lloviendo, quiero estar donde tu estés...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdiz, tienes unos lectores que parecen básicamente idiotes: cuando hablas de libros no comenta ninguno nada. Cambia de público

Baba O'Riley dijo...

Imponderable Perdiu.
¿A que viene ese profundo respeto por realidades nacionalistas enfrentadas?
Debería dar carpetazo directamente con sólo intuir el titulo del libro y la tendencia del autor. ¡Ah no!, perdón, que eso sólo lo hace cuando se refiere a los "nazionalismos" periféricos españoles, que son simples y sin ninguna complejidad. El resto son dignos de todo el respeto y el estudio posibles.

El Perdíu dijo...

Discrepo de usted Baba. Me gusta Andrujovich porque no es un nacionalista victimista que achaca todos los males de su país a Rusia. Que asume que en su país se hablan más lenguas que el ucraniano, que analiza y pone en entredicho sus mitos nacionales... No me diga que no le suena lejano todo esto...

Baba O'Riley dijo...

Pues no, no me suena lejano todo ello. El nacionalismo catalán se compone de diferentes sensibilidades, como el ucraniano; usted y yo sin ir más lejos nos comunicamos íntegramente en una lengua diferente del catalán, de lo cual me congratulo. Sin embargo, usted engloba todas las variantes del nacionalismo en un mismo saco y curiosamente todas son nocivas y perseguibles (excepto la ucraniana, por lo que veo). El problema es que la cercanía de los sentimientos nos crea odios irracionales.

Anónimo dijo...

Ah! las generalizaciones, las generalizaciones... Sirven para un barrido y también para un fregado ¿verdad?
Hasta donde mi modesta capacidad me permite comprender, el perdiu se está refiriendo a UN escritor ucraniano, que precisamente transmite un mensaje a contramano del nacionalismo exclusivista. Por si a alguien le cuesta entender castellano, me tomaré la libertad de repitir sus palabras :
"Me cae bien Andrujovich además, porque, siendo un escritor que escribe en ucraniano, se ha traducido él mismo al ruso y en el libro adopta en general una postura bastante respetuosa con los ucranianos que hablan ruso, lejana del nacionalismo ucraniano en el que ha sido encasillado alguna vez."
No me caben dudas de que el nacionalismo excluyente y xenófobo, sea ucraniano, moldavo, kazajo, gallego o de Móstoles está en las antípodas del pensamiento de el perdiu.
Del mismo modo comparto su repulsa por el apiñamiento de políticos detrás de consignas victimistas que achacan todos los problemas a "los de afuera" sean éstos catalanes, mexicanos o de Timor Oriental.
Después estará el que quiera pensar que en mi caso, hincha confeso del Rayo, reconocer la excelencia de un gol de Sergio Ramos me transforma en un militante Ultra Sur. Pero eso sólo revelará la cortedad de miras de quien saca ese tipo de conclusiones...

Trajano

Unknown dijo...

Con todo el respeto a lo que se ha dicho aqui de bo decir que la obra de Andrujovich merece más que una discusión sobre los nacionalismos. Y también lo merece el comentario de Perdiu que ha captado muy bien el espíritu de los ensayos de Andrujovich.