7.6.07

Giner de los Ríos y la construcción social de la realidad

Llevo días queriendo hablarle, desocupado lector, de la biografía de Giner. No encuentro el momento ni el reposo para escribir todo lo que quiero contar. Ya le conté que me impresionó la políticamente incorrecta y muy documentada biografía que el profesor Marco le dedicó hace unos años. Otro factor que convierte en interesante el libro es que haya sido furibundamente y fulminantemente rechazado por nuestro establishment progre. Intentaré ir desgranando sensaciones.

Empecemos por el principio.

Krause llega a España a través de Sanz del Río, un profesor soriano. La doctrina de Krause es una divagación filosófica panteista que ve a Dios en un mundo articulado en diferentes esferas armoniosas. Sanz del Río consigue una pensión del Estado en 1843 para ir a estudiar la filosofía alemana, y cuando vuelve publica un libro que es en gran parte un plagio de la obra de Krause. Muere un tío suyo, sacerdote, y le deja una buena renta en la provincia de Toledo. Durante un tiempo, Saenz del Río se retira allí. Vuelve a la Universidad y empieza a divulgar sus enseñanzas entre pequeños círculos.

Pensemos en el contexto. Los progresistas españoles son aún básicamente liberales y han ocupado el poder durante varios años, gracias a Espartero. Sanz del Río se sitúa a la vanguardia de dicha ideología, ya que rechaza las opciones de integración en el sistema y se alinea con los progresistas más radicales. Por ahí empezará a fraguarse el alejamiento del liberalismo que va a experimentar el pensamiento progresista español (y así, hasta nuestros días).

Pero se trata de un radical que da clase en la Universidad y en la que le puede expresarse con total libertad. De hecho, no tendrá problemas hasta 1867, cuando sea apartado de la cátedra por negarse a firmar en apoyo de la Reina.

Con su salud francamente deteriorada, el gobierno revolucionario que destrona a Isabel II le ofrece el rectorado de la Universidad de Madrid. Morirá en el otoño de 1869.

Así pues tenemos un funcionario que viaja a costa del Estado, que da clase sin mayores problemas hasta el final del reinado de Isabel II y que introduce en España una filosofía bastante confusa, farragosa y que no tendrá ninguna continuidad en Europa una vez muerto el maestro (aunque el concepto se incorporará al diccionario de la Academia). Empezamos bien.

Su gran discípulo como heredero de la “buena nueva” será Giner de los Ríos, un granadino que llega a Madrid en 1863 con 24 años y que jugará un papel muy importante en la construcción social de la realidad española durante la Restauración. Seguiremos con el tema. Les interesará…

PS 1. Se nos marcha al sur James. Suerte en la vida, amigo.

PS 2. Interesante portal de historia constitucional.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"una filosofía bastante confusa, farragosa y que no tendrá ninguna continuidad en Europa una vez muerto el maestro (aunque el concepto se incorporará al diccionario de la Academia). Empezamos bien."

sr. Perdiu ¿así define usted la principal influencia de la democracia cristiana alemana de Adenauer?¿ es así como considera usted a una de las principales influencias de Ortega? me parece que este libro es un "poquito" maniqueo, propio de la factoria donde colabora el autor, el Libelo digital.

El Perdíu dijo...

Estimada socialista. Siempre me pasa lo mismo con ustedes. Critican sin haber leído. Cuando un autor escribe en libertad digital, eso ya es motivo suficiente para descalificarlo sin haber leído ni una sola línea del mismo. ¿Cuánto ha leído usted a César Vidal o al resto de autores que circulan por LD? Yo puedo juzgar los best sellers con los que la izquierda nos martillea, porque como estudié en la universidad socialista española me tragué toda la morralla marxista que pueda usted imaginarse: Marx, Sweezy, Dorfman, Mattelart, Harnecker, las bobadas de la CEPAL, Ramoneda, el crecimiento cero, el enfriamiento del planeta, …
¿Ha leído usted algún libro de Vidal? ¿de Marco? ¿de Moa?
En fin, y sobre el krausismo, le invito a leer el Ideal de la humanidad, y luego dígame si no es una filosofía confusa y farragosa. En fin, el filósofo alemán es sólo una influencia más de Ortega. Como tantas otras…