26.7.07

¿Orgulloso de ser español?

Nunca he entendido bien que la gente pueda sentirse orgullosa de su país. No elegimos el lugar donde nacemos, por tanto, ningún mérito tiene nacer en Nueva York o nacer en Kosovo. Es más, como no lo elegimos, no sé qué sentido tiene alegrarse por los éxitos de los compatriotas, ahora que andas los medios tan patrioteros por los éxitos de los deportistas españoles. En sentido estricto, el 99,99% de nuestros conciudadanos son perfectos desconocidos con los que nunca hablaremos y de los que nunca sabremos nada de nada. Al final, la patria es uno y sus amigos, y por eso el nacionalismo es el último refugio de los canallas. Me gusta ese concepto que aquí introdujo avergonzado el pepé de patriotismo constitucional, frente a nacionalismo de hacha y caverna con el que nos marean las élites periféricas, ya sean catalanas, vascas, gallegas, andaluces o leonesas…

Hago esta reflexión porque, tras haber conocido los resultados de un estudio que hizo el otro día el Financial Times sobre la globalización, creo que tengo más en común con los alemanes que con mis felices compatriotas. Vamos, que lo leo y no me siento especialmente orgulloso de ser español. Fíjese; desde hace dos siglos hemos sido un país pobre y periférico. Atrasado. Miserable en ocasiones. Esa gran oportunidad de modernización que fue la Restauración fracasó y tuvimos un siglo XX de nota: una república sectaria, una dictadura espantosa, una autarquía lastimera y una transición más o menos razonable. Nuestra economía se fue abriendo poco a poco a partir de los años sesenta; pese a lo poco amigo del liberalismo que era el general Franco, y la tendencia socialdemócrata en todos los partidos una vez que llegó la democracia, conseguimos atraer inversiones extranjeras, redujimos los aranceles y, oh milagro, empezó a irnos bien. Llegaron turistas a mansalva (¿hay alguna señal más clara de la globalización que esta?), nuestros padres empezaron a ver, gracias a la televisión, que en otros países había libertad. Se generó una clase media. Salimos al extranjero, nos hicimos más altos. Ahora salimos a veranear fuera. Comemos mejor. Por primera vez en nuestra historia, el problema social es la obesidad y no el hambre…

Pues bien, pese a todo esto, un 67% de mis compatriotas considera que la globalización ha tenido efectos negativos sobre nuestro país.


Hay que ser borrico.


¿Dónde estaríamos sin la globalización? Cultivando remolachas, comiendo patatas cocidas, rezando el rosario y enlazando una guerra civil tras otra.




Corolario apropiado de un autor menor:

Este bienestar comercial es sólido y se defenderá por sí mismo hasta el final. No es el racionalismo lo que derrotará a los fanáticos religiosos, sino el comercio normal y todo lo que entraña: para empezar, empleos, paz y un cierto apego a los placeres realizables, la promesa de apetitos saciados en este mundo, no en el próximo. Más bien compras de que oraciones.

McEwan, Ian: Sábado. Anagrama, Barcelona, 2006. Página 151.


16 comentarios:

Anónimo dijo...

Pufff no sé ni por dónde empezar...

1º Eres producto de una herencia, es decir, hijo de tu padre y de tu madre, por tanto has heredado sus caracteres y no otros.
Se llama genética... y sí, tiene a diferir según el país...

"¿Dónde estaríamos sin la globalización? Cultivando remolachas, comiendo patatas cocidas, rezando el rosario y enlazando una guerra civil tras otra."

¿Te refieres a la conquista de América? ¿Al galeón de Manila? ¿A la legiones romanas formadas por hispanos?

Pufff eso demuestra que no tienes ni idea de historia, no ya de España, si no ni de Europa o del resto del Mundo.

¡Encima eliges como ejemplo Alemania! ¿Prefieres la historia alemana del siglo XX, III Reich incluido? ¿No sabes que Alemania se unificó sólo a finales del siglo XIX?

Si retrocedes 2 siglos te encuentras con la antesala de una guerra de la Independencia, que no civil, la disgregación de los territorios americanos (¡A traición! ¿Y no habíamos quedado en qué no éramos nada? ¿De dónde sale un Imperio inmenso que incluye territorios como la actual Florida?) y al poco la Constitución de Cádiz, ¡Ahí es nada!


Si tiene mérito nacer en un lugar, cuando tus antepasados CONSTRUYERON ESE LUGAR PARA QUE TÚ AL NACER TUVIERAS UN FUTURO MEJOR...

Con gente como tú, campeón, vamos apañados...

En fin, tú mismo, si no sabes ni siquiera cosas de sentido común

"Al final, la patria es uno y sus amigos,"

¡Vaya empanada qué tienes!
Jajajaja

Ni conoces la historia, ni la gastronomía, ni la política, ni la genética, ni las costumbres, ni la moral, ni la herencia, para qué seguir...

Se suele decir: "un sabio no dice todo lo que sabe y un tonto no sabe lo que dice..."

Anónimo dijo...

Que elegante resulta este primer Anónimo, ¿no les parece? Casi me puedo imaginar su probable origen (y claro, el de sus padres), ese que (y puesto que él no escatima en insultos) mezcla cierta paletez debida al apego a su terruño con la soberbia del que cree que sabe, y sabe de todo (de gastronomía, de arte, de cultura, de biología, de urología, de deportes).

Si es que casi puedo ver sus rasgos, su fisonomía... Me está dando la risa, disculpen.

Hornuez dijo...

Grandioso Umbral cuando dijo que el problema de España no es el nacionalismo sino el ruralismo. Los del pueblo de al lado son el enemigo y mi Virgen tiene más huevos que su San Miguel.

Anónimo dijo...

Perdiu, no puedo quedarme callada, aunque me encanta que esté usted en proceso de abrir miras.

Le conozco mucho y desde hace muchos años y no he encontrado nunca a nadie, repito a nadie, tan orgulloso de sus orígenes (en este caso Sanabreses), y he conocido gente nacionalista de todos los pelajes, pero como usted ninguno, y se lo digo con todo el cariño, ya que mi concepto de nacionalismo no es peyorativo, sino más bien el de 1848.

No quiero hacer ahora publicidad de productos sanabreses, zamoranos o castellano-leoneses, pero se me ocurren más de 10 marcas y todo gracias a usted que nos conmina a adquirirlos y les hace buena publicidad. Lo mismo con los paisajes, los próceres locales, las tradiciones, los monumentos...

Si hasta he creido oir alguna vez de su boca que Cervantes era Sanabrés... :-)

Un abrazo y no se me pique por lo de nacionalista...

Anónimo dijo...

se me olvidó firmar, no es que le lance órdagos anónimos

Anónimo dijo...

Yo tammpoco me siento demasiado orgullosos de ser quien soy, pero he de estarlo para salir adelante.

Lo contrario, la falta de cariño a lo propio, paraliza y expone a envilecerse - o a que te envilezcan otros que sí están orgullosos de sí mismos.

El Perdíu dijo...

Anónimo, creáme que me da pereza responderle, pero considero de mala educación no hacerlo. ¿conquistó usted América? ¿pilotaba usted el galeón de Manila? ¿De verdad piensa que tenemos algo que ver con las legiones romanas? ¿Usted también se cree esa patraña de que la patria conecta a los antepasados muertos con los jóvenes por nacer a través nuestro?
Me he debido explicar muy mal. Mi referencia a Alemania está relacionada, si ha visto el gráfico, con que es el país con gente más sensata respecto de la globalización. En fin, me achaca usted varios desconocimientos, no sé bien porqué, pero intento rebatírselos, aunque no sé si merece la pena. Mire, la identidad (asesina) nacional es un invento de la modernidad (¿le suena de algo el concepto?). Una persona que viviera en Madrid, o en Zamora, o en Barcelona hace trescientos años no se hubiera definido como español; lo hubiera hecho como católico o como súbdito de Su Majestad Católica ¿sabe de lo que le hablo?
Cádiz, América, Otumba, Ceriñola… todas esas cosas están muy bien para ser estudiadas o comprendidas. Lo que me parece de majadero es pensar que América la conquistó usted o que en Otumba gané yo. Cada época tiene su afán y sobre cada época hay que vivir. El nacionalismo, que es como una garrapata, atribuye virtudes colectivas a los individuos, y así cualquier haragán, por haber nacido en Vic siente que es superior a un andaluz, o cualquier descerebrado de Hernani piensa que es más hombre que su vecino por tener un apellido largo y con muchas k. Pues allá usted si también lo piensa. Algún día, quizá leyendo, salga del error. ¡Ánimo!

Anónimo dijo...

Oh, qué cansado estoy
de mi cobarde, vieja, tan salvaje tierra,
y cómo me gustaría alejarme,
hacia el norte,
en donde dicen que la gente es limpia
y noble, culta, rica, libre,
despierta y feliz!
Entonces, en la congregación, los hermanos dirían,
desaprobando: «Como el pájaro que deja el nido,
así el hombre que abandona su lugar»,
mientras yo, bien lejos, me reiría
de la ley y de la antigua sabiduría
de mi árido pueblo.
Pero no he de realizar nunca mi sueño
y aquí me quedaré hasta la muerte.
Pues soy también muy cobarde y salvaje
y amo, además,
con desesperado dolor,
a esta mi pobre,
sucia, triste, desdichada patria.

Anónimo dijo...

El Estado liberal-democrático, como organización jurídico-política, es el instrumento más perfecto creado por el pensamiento Occidental para la garantía de los inalienables Derechos Humanos. No existe otro mejor.

No hay, pues, contradicción alguna entre un liberalismo militante y un patriotismo racional. Más aún, creo que el pensamiento liberal proporciona la única base auténticamente racional para el patriotismo. Un estado de derecho fundado en leyes justas es la mejor garantía del ciudadano frente a los abusos.

Cuando se posee, mal que bien, un estado de esas características, es lícito y comprensible empezar a llamarlo Patria. No porque así ha sido siempre, no porque así lo llamaron tus padres, y los padres de tus padres, y los padres de estos... Ni siquiera es necesario haber nacido allí. Ni siquiera es necesario compartir la lengua o la cultura mayoritarias. Basta entender qué es y para qué sirve.

F. Mínguez en "Los liberales y el estado".

El Perdíu dijo...

Von Trott, básicamente de acuerdo con usted. Jorge, efectivamente.
Bambi, no creo que esté un proceso de abrir miras. En fin, a ver si me explico bien, una cosa es el cariño a la tierra de uno y otra, muy diferente, el nacionalismo. Me gusta mi tierra. Y no creo que sea la mejor tierra del mundo. Es una zona periférica y pobre, pero me gusta porque es la mía. Si hubiera nacido en Algeciras, me gustaría Algeciras, si fuera de moral de hornuez, adoraría moral de hornuez. Como además, tengo amigos en mi tierra, intento ayudarlos, dando a conocer sus productos. Y como es mi tierra, me gusta enseñarla. Porque me gusta ser hospitalario, y me gusta que la gente disfrute de lo que disfruto. Pero hay una línea que, creo yo, no se debe traspasar. Así que se lo pongo por escrito por si no se lo había imaginado: Sanabria no es la mejor tierra del mundo. Sanabria no es una tierra explotada por España. No hay que recuperar el sanabrés para las escuelas. Hay muchos sitios tan interesantes como Sanabria. No hay una “sanabriedad” o forma sanabresa de ver la vida. No hay un carácter sanabrés. No hay un destino para Sanabria. Sanabria no es una comunidad histórica. No quiero pedir más inversiones en energía eléctrica porque allí se produzca más energía de la que se consuma y se venda desde Bilbao.
En fin, déjeme ponerme nostálgico. ¿Qué es Sanabria? Sanabria es el sevi, mis paseos a la mundeira, Jaime en sanjuán, Joao en escuredo, la casa del mundín, ángel de Daniel, mi abuelo enseñándome a escribir el número cinco, el tran, el largo, san ciprián, el doña Amelia, pepe el de puebla, los rochi, el sr Saavedra, tono, el isi, carles, el lago, el pozo del geijo, comer con Jimena en aguallevada, las victorias, la bici, el vértice, el mile, el cefe, el carolo, chisun, gelito…
Nada menos que eso. Pero tampoco nada más.
Por eso –anónimo último- prefiero el trabajo individual de las personas que la gloria colectiva. Eso no signifique que desprecie España o ser español. España es mi país, y lo asumo, porque sé que seré siempre español. Aquí me he criado, y me gusta porque es un espacio abierto, sin estupideces identitarias (al menos por Castilla). Afortunadamente, esto no es la Cataluña oficial o el País Vasco, que siempre me recuerdan a aquellos pájaros imaginarios de los que hablaba Borges. Que volaban de espaldas porque lo que les interesaba no era saber a dónde iban, sino de dónde venían. Los pájaros en Castilla, gracias a dios, vuelan de frente.

Anónimo dijo...

bueno sin animo de ser exaustivos (ni siquiera con la ortografia).

hay cuatro asuntos que sen encuentran en los comentarios y que encierran alguna verdad.

1�El problema es el Ruralismo, Pues Si, ademas bastante mas enraizado en el acerbo historico-cultural Espa�ol que el nacionalismo que tiene su origen real en el sXIX.
(por cierto,visxa la Verge del Desamparat, Visxa la Cheperudeta)

2��donde estariamos sin la globalizacion? bueno pues la cosa estaria "malamente". el proceso de internacionalizacion de la economia supuso para Espa�a y para todas las economias que comenzaron a abrirse una oportunidad de progreso.

3� Alemania no es un buen ejemplo, de eso no cabe duda de recomiendo que utilices el caso Britanico estable donde los haya.

4�eres producto de una herencia, si pero ojo, aunque es cientificamente inegable cierta incidencia de la configuracion genetica en el comportamiento de las personas no es menos cierto que lo poderoso de esta herencia la encontramos en el plano cultural.
puedes enga�arte, diciendo que tu patria al final eres tu y tu amigos.
Pero lo cierto es que lo que conforma tu "yo" sobrepasa tus limites corporales y de la misma manera ese mismo "yo" en perpetua formacion recibe numerosisima informacion y experiencias que dificilmente podrias haber experimentado si no perteces a esa herencia y realidad particular.
por ultimo esta el sentimiento de gratitud innato en el ser humano (al menos hasta hoy)

Baba O'Riley dijo...

Orgullosamente teutón Perdiu.
Como siempre, intentando alzar la demagogia al rango de arte, como siempre insistir en los mismos errores, intentar hacer parecer superioridad lo que sólo es diferencia. Como siempre, la decepción a través de la irracionalidad.
Yo estoy orgulloso de mis padres y de como me han criado. Ya sabe, con el tiempo les coges cariño, aunque le aseguro que no he tenido nada que ver en su elección.
PS: Espriu en castellano; quien me lo iba a decir.

Anónimo dijo...

Querido Baba,

Espriu en castellano. Quén se lo iba a decir... pues también le digo que su obra Israel (1916) la escribió él solito en esa lengua... por culturilla se lo digo.

Por cierto, y aunque esto seguro que no le sorprende tanto como que haya traducciones al castellano y que sea leído en todas las CCAA, también ha sido traducido a muchas, muuuuuchas otras lenguas...

Jorge Castrillejo dijo...

Son los avatares de la historia, sobretodo los negativos, los que forjan una nación al reconocerlos los habitantes actuales como parte de nuestra herencia histórica, ejemplo: tenemos en común todos los españoles el pasado común de sufrir la dictadura franquista (aunque no la hayamos vivido personalmente) pero sentimos que ahora es parte de nuestro pasado, un francés no la comparte, por eso no es compatriota mío.

Butzer dijo...

Cierto es que además del comercio lo que ayuda a evolucionar hacia un estado de libertades como lo hizo España es el turismo.

Miguel dijo...

Vaya a China, compruebe las diferencias, y entonces reconocerá que es español. No sé si orgulloso o no de ello, pero lo lógico es apoyar lo que uno es y lo que tiene para tratar de sacarle el mayor partido.