la lógica del terror

El terrorismo se lo come todo. Para eso mata, para comerse el espacio público. Por eso, prefería no reflexionar sobre el atentando de Mondragón hasta pasados los comicios.
Una brutalidad. Una desazón. Muchos perdedores. Sobre todo y en primer lugar, los tres huérfanos y la viuda. Ellos lo son y lo serán durante muchos años. El resto, los partidos, los políticos, las lágrimas, están poco tiempo y desaparecen en seguida. Perdemos todos los ciudadanos. Cuando eta asesina a un político, está matando, simbólicamente, a todos sus votantes. Y lo hace sólo simbólicamente porque no tiene cámaras de gas ni infraestructuras para matarnos físicamente. Por eso, cuando un concejal del pesoe es asesinado, yo me siento agredido como votante y me siento, en ese momento, votante del pesoe. Lo mejor que podía hacer la gente de Mondragón este domingo era votar al partido socialista de Euskadi. Y ello, pese al patético papel del eterno candidato a vicelendacari del gobierno vasco, el tal López, el que se reunió, de la manita del maltratador Eguiguren, con luz y taquígrafos, con los terroristas de batasuna.

PS: Izquierda Unida gobernaba, y seguirá gobernando, ya lo verán, con los terroristas en varios ayuntamientos vascos. Los electores los van poniendo en su sitio. Este es Madrazo y este es el presuntamente dimitido Llamazares.

Tanta gloria lleve como aquí deja.