4.8.08

Al museo

Hacía buena mañana y fuimos al Reina Sofía. Menos mal que Jimena me empuja a hacer estas cosas. Es un museo magnífico, aunque a veces las exposiciones temporales que organiza sean bastante flojas. Fuimos directos a por la colección permanente, en este caso a la planta segunda. Allí se recoge la llegada y desarrollo de la modernidad artística en nuestro país. Una delicia. La evolución del paisaje, desde finales del XIX hasta las primeras décadas del XX, la descomposición de la figura, que se observa magníficamente a través de una sucesión de retratos de varios autores, de Zuloaga a Picasso, de Isidro Nonell a Juan Gris. Y luego llega el cubismo. Espectacular la obra que el museo posee. Y más adelante el surrealismo. Entre medias, un par de salas para explicar el contexto del Guernica. Franco ganó la guerra, pero el Guernica de Picasso lo derrotó internacionalmente. Gracias a esta obra, y a algunas otras cosas, es difícil encontrar a dictadores europeos con peor imagen que el general Franco. El rodillo intelectual contra su régimen fue implacable. El mensaje fue: “un pueblo viejo y sabio luchó contra un dictador fascista y analfabeto”. Las cosas fueron mucho más complejas, pero la imagen quedó ahí. Por el camino, y en sus cuarenta años de gobierno dictatorial, el general Franco se llevó muchas cosas por delante. Por ejemplo, la tradición ilustrada de una cierta izquierda liberal que había en España. Nunca más hemos vuelto a saber de ella. Por ejemplo, la evolución de un pensamiento de raíz liberal y de matiz conservador, que fue barrido por la inane bobada aquella de la Falange, con sus niñatos, sus coros y sus danzas.
Al acabar, un paseo por la delegación que
La Central ha abierto en el museo.

PS: [“El síndrome de la resistencia”]. Después de la guerra, prácticamente a todos les vino bien creer que, con la sola excepción de una pequeña minoría, el pueblo francés estaba con la resistencia o simpatizaba con ella. Judt, Tony:
Pasado imperfecto. Los intelectuales franceses, 1944-1956. Taurus, Madrid, 2007. Página 61

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