2.8.08

Libertad de expresión o el tal Suñé como metáfora

País de beatos, coño. Resulta que un concejal independentista, comunista y no sé cuántas cosas más, cuelga un tema irónico en su blog. No un insulto, que no lo es, sino una estupidez sobre el expolio (¿?) fiscal al que la bota militar española somete a Cataluña. Y después arde troya.
La cascada de reacciones, patética. La del tal
Brunet en Veo diciendo que lo que llama la atención es el uso de imágenes de niños (¿?).
La del
gobierno extremeño rasgándose las vestiduras, y la de la corporación de Torredembarra, donde el pollo este pasta, diciendo que siempre han sido tolerantes y bla bla. Y va el tal Suñer y recula.
Pues no estoy de acuerdo. Que escriba lo que quiera, que cuelgue lo que le de la gana. Oiga, ¿ya no puede uno hacer gracias y bromas con la política?. Estamos otra vez a vueltas con la libertad de expresión.
Por eso creo que las críticas no van en dirección correcta. No hay que quedarse en el anuncio, lector, hay que ver lo que dice y de dónde viene el mensaje. Y esa parte es fascinante. Porque demuestra para qué ha quedado la izquierda en España. No hablo de la socialdemocracia, hablo de la izquierda, en general. Si el anuncio viniera de Italia, todos pensaríamos en la Liga Norte ridiculizando a los napolitanos. Si de Bélgica, a los del Bloque Flamenco mofándose de los valones. Si de la antigua Yugoslavia, a los eslovenos riéndose de los macedonios.
Pero no, es un anuncio hecho en España. Y no viene de la extrema derecha, viene de la izquierda. Una izquierda profundamente analfabeta, que cree que los territorios pagan impuestos (¿?), que cree en la existencia de ese
oxímoron denominado “nación cultural” y que cree, en fin, que las lenguas tienes derechos y que el agua pues según para quien.
Este es uno de nuestros dramas. En qué momento la izquierda dejó de leer y se convirtió en analfabeta funcional, agarrada a un par de eslóganes y recogiendo toda la morralla intelectual que quedaba en la plaza pública. Empiezo a sospechar, es sólo una intuición, que la culpa, esta vez sí, fue del franquismo.

PS: En 1965 Eric Rohmer decía “no sé si soy de derechas, pero en cualquier caso lo que es seguro es que no soy de izquierdas”.
Tubau, Ivan:
Matar a Víctor Hugo. Memoria de Periodista. Espasa, Madrid, 202. Página 306

3 comentarios:

Anxo Sampedro dijo...

Me gustaría que me aclararas lo de "ese oxímoron denominado “nación cultural”. Por otra parte estoy de a cuerdo con el fondo del comentario, lo de este país de beatos, coño.

El Perdíu dijo...

Genjo, creo que nación y cultura son términos antónimos. cuando las juntas, sale un engendro...

Anónimo dijo...

No se por qué Perdiu tu texto me ha tocado la fibra de la ironía, asi es que permíteme que a tu metáfora, en respuesta mi cometario incluso tenga una pizca de alegórico.

Perdiu, a la izquierda nunca le ha interesado el saber, sino manipularlo. Cierto que a la derecha siempre le interesa el saber en tanto arma de poder; por lo que si a éste no lo hace progresar, su poder se debilita. Es por ello que allí donde manda la derecha el saber avanza, ya que éste nace con fecha de caducidad y si se quiere seguir manteniendo el poder que otorga, el saber ha de innovarse permanentemente.

Sin embargo a la izquierda, del saber lo que le interesa es dirigirlo políticamente, es decir, ideologizar la ciencia, utilizarla como instrumento de mentalización (Educación para la Ciudadanía es un claro ejemplo)... y para ello definen como intelectuales a quienes dirigen las instituciones educativas y diseñan sus contenidos. Es por ello que allí donde manda la izquierda, lo que importa no es lo que progresa el saber, sino cuanto se mantiene en la mente de los educandos, los principios a partir de los cuales son dirigidas las sociedades. Es decir, unos apuestan por la innovación del conocimiento... mientras otros apuestan por la permanencia del pensamiento.

Sin embargo la derecha siempre tuvo claro que mantener la permanencia del pensamiento era una función de las religiones, que mezclar conocimiento y creencias, no solamente no hacía avanzar a las sociedades, sino que cuando en la historia así sucedieron las cosas, los dioses, a partir de sus correspondientes iluminados, estaban prestos una vez más a bendecir y utilizar el altar de los sacrificios. Pero las derechas también son débiles, sobre todo cuando sus vástagos se han ido educando en instituciones( propias) pero dirigidas por los intelectuales de izquierda.

En España Perdiu, en la izquierda no nos faltan iluminados... y las derechas han comenzado a ir a las misas que celebran las izquierdas. Ya tenemos el altar de los sacrificios, y parece que izquierdas y derechas están dispuestos a bendecirlo... ahora sólo faltan las víctimas... ¿Crees que izquierdas y derechas necesitarán mucho tiempo para encontrarlas?

Recibe un cordial saludo por tus sugerentes posts

Pablo el herrero