23.1.09

¿Hubo en el España, alguna vez, traición de los intelectuales? (I)

Un libro puede envejecer en la forma pero no en el fondo. En 1927, un filósofo francés llamado Julien Benda publicó La traición de los intelectuales. El autor los llamaba clérigos, en contraposición a laicos, personas que debían hacer de la verdad su guía frente a personas a las que la verdad no importaba, en realidad, gran cosa.
El libro es delicioso. Es cierto que su forma ha quedado un poco anticuada. El autor escribe deprisa, y a veces sus razonamientos no son sencillos de seguir. Pero ello no invalida la brutal actualidad de sus mensajes. El autor asegura que los valores intelectuales se definen por tres características: son estáticos (permanecen por encima de la diversidad de circunstancias, tiempos o lugares), desinteresados (al margen de sus consideraciones y consecuencias) y racionales (implican el ejercicio de la razón y en ellos no tienen cabida ni el valor, ni la fe en una idea). Y los intelectuales, gente básicamente teórica, cuya misión es alumbrar a la sociedad, no dirigirla.
Pensemos ahora en España y pensemos en nuestros intelectuales. Gente que defienda cosas como la libertad, con independencia de que ello le suponga pérdidas materiales y que la defensa de esa libertad se base en la razón y no en una ideología. Así que en España el problema es quizá de concepto. Aquí hay muy pocos intelectuales. Mucha morralla y pocos intelectuales, para ser exacto: Juan Diego, o la tal Aída, no lo son, como tampoco son intelectuales las lágrimas de la Bardem por los niños de Gaza, o su protesta contra la guerra. Se acercan a serlo gente como  Álvarez Junco, Savater, Elorza o Espada. Y es sobre ellos sobre quienes podremos discutir acerca de si han traicionado o no su misión.

PS: "Por lo demás, existe un criterio muy seguro para saber si el intelectual que actúa públicamente lo hace conforme a su oficio: es inmediatamente difamado por el laico, al que estorba en sus intereses […]. Puede decirse de antemano que el intelectual alabado por los seglares es traidor a su función".
Benda, J: La traición de los intelectuales. Barcelona, Galaxia Gutemberg, 2008. Página 131.

Ps: Es evidente que vivimos en un país de mierda.
PS2: me cuenta Carles que mañana hay un encuentro de la gente más virtual del pepé. A ver si tengo un rato y me acerco a husmear.

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