20.3.09

¿A alguien le suena de algo todo esto? (I)

La izquierda cavernaria y la derecha conservadora comparten las dos un profundo desprecio por el XVIII español; un siglo al que no llegó la Ilustración, según unos, y un siglo de decadencia con la llegada de una dinastía extranjera al trono, según otros.

Luego uno va leyendo, cosa que no suelen hacer ni los progres a la violeta ni los conservadores, y ve que la vida en general, y el XVIII español en particular, está lleno de matices. Ando terminando, en esta primavera sanabresa, España y la independencia de Estados Unidos” de Thomas E. Chavez. Irregular libro para una historia fascinante.

En un país menos cainita que este nos sabríamos la historia casi de memoria, pero yo me pregunto a cuántos de ustedes, desocupados lectores, les suena siquiera de algo la historia que, con un poco de paciencia y entre hoy y mañana les voy siquiera a esbozar.
Situémonos entre los años sesenta y ochenta de aquel siglo, y nos iremos encontrando no sólo con probos y leales funcionarios –muchos de ellos vascos, por cierto–, sino también con eficientes actuaciones llevadas a cabo por las armas de Su Católica Majestad. Ahí van algunos nombres. A mí se sonaba de algo Gálvez y poco más. Así estamos.

- Julián de Arriaga, Secretario de Indias, encargado de poner en marcha la política de paciencia ordenada por Carlos III.
- Antonio de Gastelu, teniente de navío encargado de inspeccionar la costa centroamericana buscando colonos ilegales para saber dónde podía haber problemas el día que estallara la guerra.
- Miguel Antonio Eduardo, espía al servicio de la Corona.
- José de Gálvez, Inspector General de Nueva España desde el año sesenta y cinco.
- Su hermano Matías de Gálvez, presidente de la Audiencia de Guatemala.
Bernardo de Gálvez, hijo de Matías y gobernador de La Luisiana desde 1776 y hasta 1783 y auténtico hombre clave, desde su puesto de mando en Nueva Orleans, en la derrota de las fuerzas reales a manos de los colones norteamericanas.
- Fernando de Leyba, gobernador adjunto de La Luisiana, y responsable de la villa de San Luis, al oeste del Misisipí, a la que defendío con valentía.
- Diego José Navarro, gobernador y capitán general de La Habana, auténtico hombre en la sombra a la hora de remitir ayudas a los rebeldes.
- Juan de Miralles, diplomático y primer hombre de Madrid cerca del Congreso continental de los rebeldes.
- El comandante Cayetano Ansoategui, encargado de dirigir la campaña de la costa de Centroamérica, para coordinar la expulsión británica, a cuyas órdenes estaba el capitán Vicente Arizabalaga, que participó en las expediciones de la costa de Honduras que echaron de aquellas tierras del rey a los ingleses.
- Luis de Unzaga, capitán general de La Habana unos pocos años después.
- Juan de Urriza, intendente general del ejército en La Habana

PD: "Quisiera recordar aquí la hipótesis de Menéndez Pidal, no invalidada aún, según la cual el castellano debe alguno de sus rasgos fonológicos fundamentales a un sustrato vasco-aquitano o, lo que viene a ser lo mismo, que el castellano fue en su origen un latín mal hablado por vascos que conservaban aún muchos hábitos de su lengua anterior".
Juaristi, Jon: “En los márgenes de la latinidad” en Juaristi, Jon: Sermo Humilis (Poesía y poética). Diputación de Granada, Granada, 1999.  Página 55.


PS: Mañana, todo el día a Portugal, a la milenaria Aquae Flaviae.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Echas de menos el imperio, pequeño fatxa?

Anónimo dijo...

a mi me interesa... y soy de izquierdas...