29.4.09

Melancolía en libertad (sobre la cosificación del otro)

Hay días para la melancolía. No tienen porqué ser días lluviosos, qué va. Uno va a comer, con un texto entre las manos para irlo leyendo mientras almuerza, se sienta en su mesa y mientras lee no puede evitar oir lo que pasa en la mesa de al lado. Alguien come solo. Una de las camareras, mientras toma nota, le pregunta por su compañero, “hace tiempo que no lo veo por aquí”, “está enfermo”, responde mi vecino. Al poco, llega otra camarera y le repite la pregunta; “espero que no sea grave”, dice cuando le informa. 

Uno tiende a convertir en cosas a las personas que le prestan servicios; a veces, con suerte, las trata con educación, pero poco más. Lo sé porque a veces mis clientes me tratan así. Y es gratificante ver que esas personas que consideramos cosas no sólo no lo son, nunca lo son, sino que, a veces y en viceversa, tampoco ellas consideran cosas a las personas a las que prestan servicios. 

Y recuerdo un día, en la que era la calle Gómez Ortega, de la mano con mi padre. Tengo apenas diez años. Volvíamos a casa después mis clases particulares de inglés (ya entonces). Le digo a mi padre que, si la profesora se hubiera olvidado de cobrar, nos lo habríamos ahorrado, y mi padre, muy serio, castellano, católico y de derechas, me dice: “no hijo, a las personas hay que pagarles por su trabajo, no se puede ir por la vida pensando en engañar a la gente, a cada uno hay que darle lo que le corresponde”.

Una sociedad se compone de capital ético. Sin él, estamos perdidos. Eso lo sabemos los liberales desde hace mucho. Y no cosificar al otro pasa por respetar, en primer lugar su libertad negativa. Pero  no se engañen, no es eso de lo que va la educación para la ciudadanía.

 

PS: "Al igual que los estadounidenses en general de las zonas rurales del oeste, los habitantes de Montana suelen ser conservadores y desconfían de la intervención del gobierno. Esa actitud afloró históricamente porque los primeros colonos vivían en zonas de poca densidad de población junto a una frontera alejada de los centros de gobierno, tenían que ser autosuficientes y no podían esperar a que el gobierno resolviera sus problemas".

Diamond, Jared: Colapso, por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen. Barcelona, Círculo de Lectores, 2006. Página 97.

 

 

PD: Lo del partido socialista y su vídeo pidiendo el voto en las europeas en nombre de Obama es, sencillamente, grotesco. Esta gente debería de hacérselo mirar. ¿Tan idiotas consideran a sus votantes? Política de pueblo para un partido de pueblo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Perdiu, cuantos paralelismos!
Te cuento, os cuento:
Provengo de una familia de 6 hermanos y no, no somos del Opus Dei aunque somos católicos.
Cuando era niño, cierto día vino un vendedor ambulante que traía ropa y mantas, cuando se fué del pueblo, me fui a dar una vuelta en bici y encontré una caja con una preciosa manta mora. Todo contento fui a mi casa y todo orgulloso le dije a mi padre: papá mira lo que he encontrado, lo ha perdido el tendero!
La respuesta de mi padre, tras cogerla, fué: Ya mandaré razón (no había teléfono y era la forma de decir recado) para devolvérsela.
Le pregunté que ¿porqué?
La respuesta fue clara: Eso no te pertenece y además a él aún le hace mas falta que a nosotros.
Nunca, nunca, se me olvidará eso. Recuerdo pocas cosas enseñanzas de mi padre, porque me crié en varios internados, pero esa se me quedó grabada como base en mi conducta.
Sus hijos, los del tendero, que compartían internado conmigo, me lo agradecían años tras año, y aún hoy muchos años mas tarde, cuando me ven lo ponen de ejemplo de conducta limpia. Me ruborizo y me entran ganas de decirles la verdad, que no era esa mi intención, pero que un buen padre me apartó de iniciarme en una mala conducta. No lo hago, por si esos les desanima cuando ellos eduquen a un hijo. Espero que lo hagan sabiendo esto y que la libertad negativa como dice perdiu es fundamental para la relación entre las personas.
No se si eso lo enseñan en Educación para la Tiranía, pero me temo que no, estamos muy ocupados abortando y analfabetizando a nuestros jóvenes.