16.12.09

Devorado (la sociedad civil como emblema)

Esta semana me va devorando la sociedad civil. La de verdad. La de dar horas a cambio de nada. Porque uno considera que tiene una obligación ética con sus semejantes. Porque para eso uno es liberal y no progre. Los lanas, que nunca han entendido de esto (como de tantas otras cosas) ni una palabra, confunden sociedad civil con participación ciudadana y asociacionismo con subvención. Nada más lejos. Involucrarse en el tejido asociativo sólo vale cuando cuesta tiempo y dinero. E incomprensión, las más de las veces: qué haces ahí, me repiten ahora y me repetían muchas veces en el pasado.

Quizá nuestro problema como sociedad no es tanto el paro, o el fracaso del modelo educativo, o las tensiones territoriales. No, quizá nuestro problema es que nunca dejamos de ser un país de cultura parroquial, por usar la feliz expresión de Almond y Verba y la cultura ciudadana sólo haya prendido en cuatro. Y todos ellos liberales, por cierto.

Y es que hay que gente que nace para ver la tele. No quiero juzgarlos: es su decisión, o quizá simplemente es su destino. Para irse muriendo, día tras día, sin ningún sentido, por mínimo que sea, de trascendencia. Viviendo en un presente eterno. Otros no. Otros miramos hacia delante, porque es donde hay que mirar. Aunque a veces uno se sienta desfallecer. Porque como dice la canción, si caer está permitido, levantarse es una obligación.

Siempre.

Aquí

Y en La Raya.

PS: En España, Erato, hemos decretado la libertad de pensar para abusar del derecho de no pensar nada: Del texto “Apolo en Afos”, de Clarín.

1 comentario:

rebolloa dijo...

Es cierto que es preocupante. En mi caso, considero que mi cultura política es de súbdito en los EEUU (no puedo ni votar, a no ser que me haga ciudadano), y entre súbdito y participativo en España.
Quizás el problema sea que con tantas opciones de entretenimento y escapismo, los temas con mas impacto pero mas complejos, como la polìtica, pierden su atractivo...