27.1.10

Reino de Gañanes

A veces creo que somos un país bastante ceporro. En general, digo. Inculto a más no poder. Un país en el que todos los lectores caben en un campo de fútbol de Primera División. Un país en el que el demos disfruta feliz consumiendo mierda por televisión. En el que todo la tropa y los oficiales buscan explicaciones mágicas, conjuras y conspiraciones para explicarse de una manera sencilla la complejidad del mundo. Ahí está la monja, explicando cómo la Gripe A fue una conspiración del capitalismo internacional.

Con esta materia prima no resultan extraños los datos del último informe que encargó la Agencia Judía. El antisemitismo crece en Europa, pero lo fascinante es el nombre de uno de los dos países del continente con mayor hostilidad hacia los judíos. Pásmese lector: España. Nada menos que el 75% de nuestros conciudadanos considera que los judíos utilizan el Holocausto para hacer pasta. Así, con dos cojones. Es fascinante porque España es un país sin memoria judía. Aquí los judíos no volvieron. Culturalmente al menos. Nunca. No queda casi nada de la cultura judía en España (en la mi tierra senabresa sí, pero como cantaba Seguridad Social eso son “secretos que son secretos /y no los voy a contar”). Así que sólo desde la ignorancia o la mala fe se puede acusar de algo a quien no conoces de nada. A ello ayuda la brutal judeofobia de los medios de comunicación y de toda nuestra izquierda en general. Y no sólo de la izquierda. Ahí están las miserables crónicas con las que el tal Cierco castigaba a los lectores del abecé hasta hace unos años.

Supongo que del lodazal intelectual que es este país no se podía esperar otra cosa. El mismo nivel de reflexión, respecto a los judíos, que las masas de la extrema derecha rusa del XIX. La misma basura. No sé a qué espera Público para regalar el Protocolo de los Sabios de Sión.

PS: Borges, quien iba a ser, escribió una vez: “Mas allá de las aventuras de la sangre, más allá del casi infinito y ciertamente incalculable azar de los tálamos, toda persona occidental es griega y judía

PD: de camino a Extremadura

1 comentario:

rebolloa dijo...

Cuando hay un presidente estadounidense que no gusta a casi nadie, la gente no aprecia a los estadounidenses. Cuando la gente piensa en los judíos, suelen surgir tres temas. Su persecución y posterior expulsión de España. El holocausto. Y el conflicto resultante de su ocupación de los territorios palestinos, y todo lo negativo que suele conllevar. Igual es por eso último que aunque injustificada, los hay que sin conocer judíos ni trabajar con ellos, tienen un concepto negativo. Sería interesante hacer un estudio donde se consiga en la encuesta aislar el conflicto palestino-israelí, y ver el efecto en los resultados.