9.11.10

Centenarios en otoño

Hay centenarios que pasan desapercibidos. Quizá porque el centenariado cae sobre alguien que no es progre. Luis Rosales. Creo que ya hablé de él en alguna ocasión. Poesía lenta. Suave. Un hombre serio. Marcado por un estigma; la muerte de Lorca. Un poeta para recordar, ahora que llega otoño, que es fiesta aquí en Madrid y que me empieza a gustar, a mi edad, la forma de narrar de Muñoz Molina. Una voz culta, dura, grave, una voz en off contando una historia lejana sobre nuestra guerra, sobre nuestra maldita guerra, sobre nuestra puta guerra en la que, por una vez, ni los buenos son muy buenos ni los malos son muy malos.

Cojo a Rosales y lo leo al azar. Me acompaña mientras escribo y me dice, adusto: “No sé, siempre es así, tu voz me llega / como el aire de Marzo en un espejo, / como el paso que mueve una cortina / detrás de la mirada”.

Es fascinante ver cómo alguien escribió, hace tantos años, lo que uno puede sentir ahora mismo.

Es ya la tarde.


PS: "A Ignacio Abel los primeros síntomas indudables del otoño le deparaban un estado de expectación ilusionada que no tenían ninguna causa precisa y que tal vez no era más que la reverberación en el tiempo de una lejana felicidad escolar de cuadernos nuevos y lápices" [...]

Muñoz Molina, A: La noche de los tiempos. Círculo de lectores, Barcelona, 2010. Pág. 45

No hay comentarios: