30.11.10

Lectores y Cines

Llegará. Apenas queda un año. La Casa del lector. Una buena iniciativa. A cargo de una institución interesante. Al frente, un escritor. El hombre que nos reveló que hay sitios en los que se nos calma el dolor. El hombre del que nadie creería que fue ministro del gobierno del simplón de León. Le seguiremos la pista. No puede salir mal. Una reivindicación de la lectura. De la letra escrita. De la cultura del esfuerzo. De que alguien te recuerde que hay cosas que no deben hacerse. De la libertad. De saber que uno mismo dirige su vida, incluso en medio de la tempestad. De saber que nada está escrito, en ningún sitio. Que uno puede levantarse una mañana y decir. Y decirlo.

Estuvimos viendo, por cierto, Chloe. Cine de domingo, en el barrio, como antaño. Liam Neeson, a quien siempre veré como Michael Collins es una garantía de éxito. La peli es buena. Un triángulo. Celos. Engaños. Quizá demasiado previsible. La sospecha. La carga de la culpa. La ambigüedad. Ahogarse en un mar de dudas por no atreverse a decir, por una vez, la verdad. Es una buena película. Algo lenta, dice Mi Coronel, como le dice a todas las que vamos a ver últimamente. Es lo que pasa cuando uno vive a toda velocidad, como un ciclón…


PS: "A su propia vida personal había asistido distraídamente, como quien delega en otros los detalles subalternos de una tarea complicada". Muñoz Molina, A: La noche de los tiempos. Círculo de lectores, Barcelona, 2010. Pág. 112



PD: Esta noche Consell de Govern y luego a sopar amb el Degá y el niño que nunca dejó de tocar el tambor de hojalata. Da nieve en la Sanabria. Aquí hace frió, está acabándose noviembre.

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