23.11.10

Salamanca...

Fuimos a Salamanca. No fue Toledo. No podía serlo, aunque la mentira fuera piadosa. El amigo Jorge. Un guía de alto nivel. Paseamos la ciudad. A mi Salamanca me ha quedado siempre lejana. Había que elegir, y yo me quedé en Zamora. A Salamanca iban a estudiar los que se quedaron en Sanabria. También iban luego los que tenían que ir. Algunos no volvieron. Nunca. Yo hace años que no iba por allí. La plaza mayor, por fin sin gente y sin agobios. Un lujo. Las tapas. Los pinchos. La Universidad. Todo un descubrimiento, que justifica por sí solo la visita: Ieronimus, las torres medievales de la catedral. Poder ver la torre del gallo, hermana pequeña de la seo zamorana, de cerca. Pasear por esos edificios vivos que son las iglesias. La Compañía de Jesús, siempre tan poderosa. La casa de las conchas. Una biblioteca. Calixto. Y Melibea. La Casa Lis. El Expolio. Nos alejamos de la zona turística. El cielo de Salamanca, emblema que inspiró el logotipo de la capital cultural hace ocho años. Paseando por los claustros.

Llega el almuerzo, con niños incluidos. Esas patatas. Esos farinatos. Sobremesa amena. Una provincia cercana y lejana a la vez. De nuevo en el oeste. Memoria de abril. Un digestivo a media tarde. Hace frío, pero es un frío seco. Luminoso. El frío y la luz que el poeta nos enseñó a mirar. Estos burgos en los que demora su partida el invierno. Intercambio de presentes: un libro tuyo por un libro nuestro. A la noche salimos a tomar unos vinos. Y unas copas. Y ahí entra en escena el gracejo de Maiquel. Esas muñecas luxadas. Esa edad legal. La conversación cambia de tono. Algo tajados nos retiramos a dormir. Ha sido un día muy bueno. Incompleto. Pero hermoso. Nos emplazamos con Jorge. ¡El año que viene, en Jerusalén!


PS: "Vayamos donde vayamos, las gentes de todos los países se enorgullecen de lo lejos que habían llegado a parar sus antepasados. Por lo visto, la gente necesita tener esta conciencia, quizá incluso la necesita cada vez más…"

Kapuscinski, R.: El Imperio, Barcelona, Anagrama, 2007. Página 67,

1 comentario:

Anónimo dijo...

maravillosa visita a Salamanca. Con un anfitrión de lujo.
NC