31.12.10

Mi insoportable relación con Blade Runner

Si el año pasado a estas alturas reflexionaba sobre mi relación con el marxismo, ahora toca hacerlo sobre mi relación con Blade Runner.
Ese monólogo final de Roy Batty, quizá uno de los mejores monólogos de la historia del cine, ayuda a entender el final de este año. Un replicante destinado a morir, que se revela contra su destino, aunque sospecha que ha jugado una partida que nunca pudo ganar. Asumir que ser esclavo consiste en vivir con miedo. La duda acerca de si Deckard era humano o era también un replicante. Pocas personas son, es cierto, lo que parecen.
Por si no lo conoce, aquí le transcribo el monólogo, desocupado lector:


"He visto cosas que vosotros no creeríais.
Atacar naves en llamas más allá de Orión.
He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser.
Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.
Es hora de morir".



Feliz 2011, mañana a la Sanabria y el domingo, espero, a Zamora. Ojalá venga papá conmigo, me hace ilusión invitarlo al fútbol. Hace mil años que no va.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Por que no:)