28.4.11

Chácharas liberal-conservadoras...

Un par de cenas. La primera, la semana pasada; como no me había ido aún de vacaciones, en compañía de la intelectualidad liberal conservadora de este país. Que la hay. Y no sólo muy brillante, sino poco sectaria. Al mantel, una crema de calabazas con un toque de naranja exquisita. En la tertulia, vidas y vivencias. Un amigo nacido aquí pero que pudo haber nacido en América. Ligado a Colombia por algo más que por amor al conocimiento. Una vida nómada, y fascinante, ligada a cientos de ciudades, y de mundos, es lo que hay cuando tu padre es antropólogo. Otras vidas. Aragonesas. Viajadas también, en este caso por Europa. Conversación durante la cena y durante la sobremesa. El placer de hablar. El gozo de escuchar, de conocer, de argumentar. Nos salió la historia de España, esa cruz para nuestra izquierda, la más iletrada de Europa. Nos salió también el terrorismo. El maldito terrorismo. Roger es un hombre de ideas claras, y bastante más razonable que yo en el tema, pero los dos llegamos a la misma conclusión; en este tema, como en tantos otros, cada vez que le lanzas un argumento a la izquierda esta lo que te devuelve es un adjetivo. No lo pueden evitar. Nos salió la crisis, cómo nos afecta a todos, a cada uno en su ámbito íntimo, personal, concreto: un padre que ha de traspasar un negocio, una mujer con empleos esporádicos, una PyME que lucha por salir adelante. El postre llegó regado con Liberalia Uno. Con tanto palique se nos hizo tardísimo. Era noche cerrada en Madrid. Nos abrazamos. Y nos emplazamos, para eso están los amigos, para un nuevo marrón en el mes de mayo en forma de ciclo cultural.

Las personas que nos rodean dan la medida, en cierta forma, de lo que somos. Porque no nos construimos solos, sino que nos vamos haciendo con retazos, a veces pequeños, a veces enormes, de los posos que los demás dejan en nosotros.


PS: "Poco después, su grado de intimidad [con el Coronel Smith, yerno del presidente Adams] llegó a tal extremo que bebieron juntos (un asunto muy importante para Miranda, que desconfiaba de quienes no se prestaban a ello).

Lucena Giraldo, Manuel: Francisco de Miranda. La aventura de la política. EDAF, Madrid, 2011. Pág. 67

2 comentarios:

Jordi Roca - PP Tarragona dijo...

Hombre, ya que hacemos alarde de falta de sectarismo, podríamos organizar alguna jornada de las vuestras en tierras tarraconenses, que para eso fuimos vuestra Capital no hace tanto.

Con calma, tras el examen del 22.

Un saludo.

El Perdíu dijo...

Jordi, será un placer acercarse por Tarraco, hay que hablarlo y ponerlo en marcha!
Suerte para el 22