21.4.11

Cine español, del bueno y del malo

Fuimos a ver, claro, Torrente 4. Mejor que la tres, aunque sin llegar al nivel de la primera. Hay algo en José Luis Torrente que lo convierte en único en el panorama español: ese humor que parte de ridiculizarse a uno mismo. Una cosa tan presente en el mundo anglosajón que en España usamos poco. Aquí el humor siempre es soso o políticamente correcto, no hay más que ver a Wyoming haciendo chistes sobre Bush. Hasta que alguien saca al policía fascista y machista. Hay que tener sentido del humor para entender y disfrutar sus películas, una cosa de la que adolecen, por cierto, los progres en general y nuestra socialdemocracia en particular. Algunos de los gags son especialmente memorables. Vayan a verla, que tiene su miga.

Por cierto que unos días antes y como me dolía la muela y la tenía por casa me puse a ver Mentiras y Gordas, una que decía la carátula que había sido muy taquillera lo cual, siendo cine español, es ya noticia de por sí…Además, me daba morbo saber que la guionista era la ministra de la ceja, la tal Sinde, hice por verla tumbadaco en el sofá.

La peli es floja, lo único que se salva es la música, que está bien trenzada, pero el resto es pura basura sobre juventud descontrolada y postmoderna. La veía y me acordaba de cuando, con quince años o así, los adultos me decían que cuidado con la noche que hay mucho vicio, joder, y yo me hartaba a salir por Sanabria y por Madrid y nada, pero nada de nada. Ni drogas, ni alcohol, ni desde luego sexo. Así que no sé dónde está esa juventud de la peli que está todo el día drogándose, bailando y metiendo. Será que estas cosas pasan en el levante y que no habían llegado, aún, a la mi tierra sanabresa.

Una peli floja y bastante prescindible. Floja digo, pero no por española, sino por mala. No hay color entre esta y Torrente…

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