31.3.12

La vida, cantada

Fuimos a ver Tick Tick Boom. Qué cosas, toda mi vida renegando de los musicales, y me zampo dos en un mes. Una obra recoleta. Cercana. La llegada a los treinta, tan lejana: era otra vida, que ahora puedo mirar sin rencor, pero que se me aparece tan lejana como cuando hablo de La Casa del Barrio. Esa crisis que te ataca cuando te vas dando cuenta del carácter rocoso e injusto de la vida. De las posibilidades de que los méritos sean olvidados y los defectos, ¡ay!, grabados a fuego en el quicio de la puerta de tu casa. Buena historia, buenos ritmos. Madurar es, también, ir perdiendo amigos con los años. No sólo porque se vayan. Trabajar en cosas que a uno no le gustan. Ir arrinconando sus sueños.

Qué cosas.

Es una obra inteligente.

Y recomendable

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