6.3.12

Lídice vivirá...

Me sale en el libro de Binet una referencia a la matanza de Lídice. Aquí la guerra mundial nos pilló en la periferia, gracias a dios. Nunca había oído hablar de ella. Hay referencias históricas y culturales que tenemos lejos, muy lejos. Fue, como tantas otras actuaciones nazis en la guerra, no sólo un crimen; también fue un error que sirvió para galvanizar a la opinión pública mundial y para garantizar la existencia de un Estado checoslovaco cuando la guerra terminase. La historia fue dantesca, y aquí el adjetivo es sólo descriptivo: a través de una pista estúpida de la que se hubieran reído los hombres de Daniels, los nazis creen que alguien del pueblo de Lídice está implicado en el atentado contra Heydrich. Fuerzas ocupantes toman el pueblo, asesinan a sus habitantes y lo destruyen por completo. La repercusión internacional de la masacre fue brutal incluso para una guerra tan dada a las repercusiones como aquella. Lídice se convirtió en un símbolo de la barbarie del totalitarismo nazi. Supongo que hay que entender Lídice para poder leer con cierta perspectiva algunos capítulos del libro de MacDonogh del que ya hablamos aquí meses atrás, a cuenta del trato que se dio a los alemanes que vivían fuera de su país cuando la guerra terminó.

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