6.9.12

Aquella gente peligrosa... hablemos


La segunda lectura veraniega fue también un festín. Otro de esos libros que me jode no llegar nunca a escribir y que me jode tener que acabar. Qué bien escrito, qué instructivo y qué ameno. Al autor Philip Blomm le tenía ganas desde hace tiempo y no me defraudó nada. Me refiero al libro sobre la Gente peligrosa de los salones parisinos de la segunda mitad del XVIII. Un libro fascinante, sobre el Salón que montó D´Holbach en el París de los años centrales del Siglo de las Luces, un salón animado por Diderot y en el que, al fin, somos capaces de ponerles cara a todos: del narcisista Voltaire al resentido de Rousseau. Era evidente que alguien que inventó el concepto de voluntad general no podía ser buen tipo. Menudo psicópata. Hágase con el libro desocupado lector, porque tenemos que hablar de él. Pero hágase ya mismo con la obra, porque si sigue esta bitácora con regularidad, estoy seguro que usted también tiene algo que decir sobre aquel Salón. A favor o en contra, pero seguro que tiene algo que comentar. Así que no sé a qué espera… ¿me he equivocado alguna vez con mis recomendaciones?

Hablaremos de él. Largo y tendido.


PS: Diderot nos recuerda en el libro que Séneca escribió una vez que “Una parte de la vida la dedicamos a hacer las cosas mal; la mayor parte, a no hacer nada, y casi toda la vida a hacer algo que no es lo que debiéramos hacer”.

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