Cine
en los Renoir. The Deep Blue Sea. Una historia de amor prohibido en la
Inglaterra de la postguerra. Cuando en realidad el matrimonio no es más que una
convención y solo hay amistad donde debería de haber admiración, amor y pasión.
Al fondo, un tercero que no termina de encajar porque vive en una sociedad que
no se entiende que una mujer quiera vivir su vida sin tener que pedir perdón
por ello. Y la diferencia, fatal, entre las inquietudes de una y las inquietudes de otro. Esa escena de quien se aburre de manera mortal a los cinco minutos en un museo...
Un papel magnífico el de la Weisz, y muy bueno el de Russell Beale
en el papel, esta vez, de Gabriel Conroy. Y buena la música. Pero algo me falla. La película es
lenta. Desasosegadamente lenta. Desesperadamente lenta. Y eso le quita emoción
y acaba con su nervio.
Se
hace larga. Quizá porque era una obra de teatro
que alguien quiso convertir en cine…
Y
que al espectador se le haya hecho larga es una de las peores cosas que se puede decir de una película.
Prescindible,
si le sirve mi consejo…
PS: días en la Alcarria…
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