El tema catalán. Algo cansado ya. No de los independentistas.
No. Estoy cansado de
los me igualan a ellos. De los que piensan que, si uno da batalla en
nombre de la igualdad de derechos, es porque es un nacionalista español. Ellos
se sitúan por encima. Tan puros. Llevan treinta años poniéndose
de perfil, como el idiota que se cree más listo que los demás, perdiendo todas las batallas que el
nacionalismo catalán les ha planteado. Todas. Y todavía se atreven a dar
elecciones de comportamiento. No. Al nacionalismo catalán, se le derrotará con un relato.
Un relato poderoso que sea capaz de vencer al suyo. Las identidades, también la
mía, son construcciones culturales. A mediados de los sesenta el dictador fue a
Bilbao y casi un millón de personas lo recibió en la calle. Diez años después,
el relato del nacionalismo había prohibido de facto cualquier mención a España
en esa misma ciudad.
Y hablo de derrotar, claro. Al nacionalismo
étnico hay que vencerlo. En nombre de una identidad postnacionalista, que asuma
la complejidad y entienda que las identidades se protegen mejor en Estados
grandes y compuestos que en Estados etnicistas y ridículamente pequeños.
PS: es difícil escribirlo mejor
que como lo hace Fernández Pasarín en esta
tribuna…
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