Es
la ejemplaridad lo que nos falla. Siempre. El caso de la
tal Unió es de libro: hace unos meses se indultó al
tal Servitge y a sus amigos. Ayer el partido admite que
se financió de manera ilegal. El tal Durán dijo hace años que
dimitiría si aquello se probaba. Se probó. No dimitirá.
Recuerdo
a Gomá. Hay que volver a Gomá y a sus sabias palabras: “La responsabilidad
del ejemplo concierne a todos los hombres por igual, pues vivimos en una red de
influencias mutuas de la que no podemos escapar. Pero es indudable que esa
responsabilidad pesa especialmente en las personas públicas”.
Toda
esta gentuza que vive del (y en el) nacionalismo catalán, empiezan a
recordarme a los curas vascos del XIX;
aquellos que no querían que los parroquianos aprendieran castellano porque “era
la lengua del liberalismo y del socialismo”. Y los
parroquianos, tan felices en su ignorancia..
Está
claro que quieren separarse de España, y es que parece que les moleste del resto del país son sus jueces y sus periodistas.
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