Nos
acercamos a ver la exposición sobre Pompeya. Un trabajo bien hecho el de la gente del
Canal. Casi dos horas de visita; una muestra bien estructurada, combinando la reconstrucción,
con los restos auténticos y con recreaciones de la época. Además, una
inteligente integración de lo audiovisual dentro del conjunto.
Entender Roma
como lo que es: nuestro pasado. Las pintadas en las calles, la forma de imaginar
la casa, la manera de afrontar las relaciones humanas, el concepto de ocio, esa
manera delicada de ejecutar el arte, la estructura de las calles...
Somos, lo dijo aquel Cotarelo de leyenda en
quinto, Nueva Roma, dos mil años después, pero Nueva Roma al fin y al
cabo. Por eso, la exposición me recordaba la
magnífica serie de la HBO, ya que cuando el tema se trata de manera
adecuada, la sensación es siempre la de volver a casa.
PS:
Qué hermosa la Safo
de Pompeya. Siempre habrá una mujer mirándonos desde algún cuadro perdido cuando nada de esto importe y nadie recuerde ya nuestros nombres...
PD:
Ideal para pequeños, por cierto… a la guardería que llevábamos le pareció
entretenida. Es más, a partir de ahora y hasta la próxima visita, la ruinacha y
yo seremos Plinio el
viejo y Plinio el
joven…
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