19.3.13

Acabando (con) Tarantino


Cerré, de momento, mi ciclo de cine de Tarantino, con los dos volúmenes de Kill Bill. Una película que duraba demasiado y que hubo que dividir en dos partes, la uno y la dos. Con una magnífica Thurman la película es un homenaje al cine con sus planos en blanco y negro, sus peleas inverosímiles y su ética de la supervivencia. Hay algo diferente en la forma que tiene Tarantino de presentarnos a sus personajes. No sólo es su estética, también su ética. Esos fracasados como el magnífico Budd interpretado por Madsen que reflexiona sobre el sin sentido de la vida cuando uno se siente derrotado por un trabajo sin esperanza ni futuro. Al fondo, otro viaje homérico de vuelta a casa, en este caso en busca de una venganza que el espectador va comprendiendo a medida que avanza la película. Quizá porque cualquier relato siempre habla de un viaje. También este blog, desocupado lector, que también cesará el día que El Perdíu arribe a casa…

Cine inteligente. Es bueno Tarantino,y me alegra haber mudado mi opinión sobre él. 

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