9.3.13

Murió Hugo Chávez...

Murió Chávez, un militar golpista que devino luego en Presidente de Venezuela. Sólo hay que ver quiénes son sus amigos para entender cómo era el tipo. Una muerte indigna, oscura. Una agonía patética. En las dictaduras, nadie quiere quedarse fuera del reparto cuando el Caudillo se va. 

Murió Chávez, un hombre que no creía ni en el liberalismo ni en la democracia, un hombre que se dedicó con saña a dividir a su país y rasgar la concordia civil. Un hombre de otro siglo, en la peor tradición del caudillismo iberoamericano. Pero todo ello no debe  hacernos olvidar algunas cosas importantes.  Chávez ganó porque el régimen democrático venezolano estaba lastrado por la corrupción y la ineficacia. Él no ha sido más eficaz, pero ha sido capaz de transmitir la idea de que él no gobernaba para las élites  pero sí para su pueblo. Una bobada, está claro, porque ningún gobernante gobierno más que para sí mismo y los suyos. Ganó porque invirtió mucho dinero, de manera descontrolada y corrupta, en dar educación y medicina a los más pobres de su país. Una vía errónea sin duda de proceder a la modernización, pero una vía, eso está claro. Una vía confusa hacia la clase media, con el apoyo del campo y la oposición de las ciudades.

En cualquier caso, creo que no vale de nada condenar a un tipo como él, tan histriónico, tan lejos de lo que algunos soñamos para Iberoamérica sin entender las razones de su éxito.

Descanse por fin en paz la persona. 

Y esperemos que, en breve, también el mito. 

Por el bien de los venozolanos


PS: en la Senabria, entre amigos...

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