Leer a Sorman los domingos. Uno de los placeres de abrir el ABC. Su columna de la semana pasada, sobre las categorías de izquierda y derecha. Y un párrafo magnífico, al hilo de las revueltas estudiantiles de Hong Kong:
"La respuesta de las autoridades comunistas chinas a los
manifestantes que reclaman unas elecciones democráticas es memorable. LeungChun-ying, el jefe del Ejecutivo de Hong Kong nombrado por Pekín, excluyó el
diálogo con los estudiantes y convocó a la plutocracia local, los empresarios
cuya fortuna depende de su relación con el partido. Les dijo sin ambages que la
democracia llevaría a los «pobres» al poder, ya que la mitad de los electores
de Hong Kong tiene una renta inferior a 1.200 dólares al mes. Estos exigirían
políticas «sociales», como el aumento del salario mínimo y una redistribución
de tipo europeo. La democracia, por tanto, sería perjudicial para los
«negocios», mientras que el Partido Comunista garantiza que los ricos lo serán
todavía más."
El comunismo, además de millones de muertos, al final era esto.
El comunismo, además de millones de muertos, al final era esto.
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